23 jul 2012

23 de Julio: Santa Brígida de Suecia - Patrona de Europa



Consuelo desde Gredos nos ha enviado  la semblanza que hace el P. Morales de santa Brígida. Además de patrona de Europa, fue peregrina ¡desde Suecia! de Santiago.

Semblanzas de Testigos de Cristo para los nuevos tiempos.
Tomás Morales. Ed. Encuentro

Santa Brígida, religiosa. Patrona de Europa



Vida polifacética
Hija, esposa, madre, viuda, consejera de reyes, peregrina, religiosa y fundadora. Una vida fascinante en múltiples y encantadoras crujías.
Laica casi dos tercios de su existencia, la iconografía nos presenta su vida polifacética. En ruta peregrina unas veces, báculo en la mano derecha y enarbolando con la izquierda custodia en forma de cruz con la Hostia Santa en el centro. Rodeada de Papas, obispos y doctores otras, y cobijando con su manto monjes y monjas que arrodillados la contemplan.

Un puente
Un alma mística que nos ha legado Ocho Libros de Revelaciones. Su mensaje reformador resonó entonces con estruendoso éxito y sus ecos repercuten hoy en un mundo olvidado de Dios.
Un "puente" ?dice Pablo VI? entre Suecia y Roma, protestantes y católicos. Un puente con sonoridades ecuménicas. Aún hoy, muchos corazones inquietos cruzarán para dar rumbo a sus vidas. Descubren intrépida y genial la audacia sobrehumana. Una heroína nacional, siguen llamándola en su país.

Sangre real
Alborea el siglo XIV. Nace Brigitta en el castillo de Fiusta al Sureste de Upsala no lejos de la ciudad. Era capital de la región Upland, núcleo originario del reino de Suecia.
En junio de 1303  abre sus ojos. Su nombre deriva del céltico. La retrata pues significa fuerza. Vástagos de reyes eran sus padres. Entroncados con la más encumbrada nobleza, apenas se casan van a vivir al castillo.
Birger Persson, era senador del reino y exgobernador de Upland. Jurista consumado, elabora el Código penal y territorial que regirá en Upsala años antes de nacer la santa.
Ingeborg Bengossdotter es su madre. Mujer de exquisita delicadeza, supo educar en la fe numerosos hijos ayudada de su marido. El clima que rodea a la niña es de acendrada religiosidad. Una tía suya había fundado el primer monasterio de dominicas en Suecia. Israel, su hermano, se considera "caballero y novio de la Virgen".

Orfandad prematura
La cultura católica y la vida espiritual había florecido en los tres reinos escandinavos durante seis siglos. Olav en Noruega, Canuto en Dinamarca y Eric en Suecia, encabezaron una legión de santos monjes, abades, sacerdotes y laicos.
Tenía once años. Su madre muere dejándola sumida en orfandad dolorosa. Brigitta queda al frente de la familia, pues sus hermanos mayores habían fallecido. Le quedan Katty, un año menor y su hermano mayor Israel.
Birger decide enviar a sus dos hijas con una hermana casada con el gobernador de Ostergötland. Quiere consolarlas en el angustioso trance y que completen la educación cortesana recibida al Este de Gotlandia.
Un bienio permanecieron las dos rodeadas de la solicitud abnegada y austera de su tía. Karyn, muy observadora, sorprende actitudes místicas en Brígida, pero prefiere disimular y callar en bien de la niña.

Esposo que la admira
En el estío de 1316 vuelve a Finsta cuando cumple trece años. Birger y sus familiares la desposan al alcanzar los catorce con Ulf Gudmarsson, senador y gobernador de la región de Närke. No bullían en su corazón ilusiones matrimoniales, pero por fin accede a los deseos de su padre.
Joven culto y adinerado era Ulf. Fijaron en el castillo de Ulfasa su residencia. Una vida lujosa y frívola le espera. Austera y sobria, no se deja contagiar del ambiente que la rodea. Organiza y manda con plena responsabilidad impropia de sus años, tanto su hogar como los vastos dominios que poseen.
Eran tiempos difíciles en la historia de Suecia. Amiga fuerte de Dios con temple teresiano, los afronta. Anima a su esposo y le orienta en momentos difíciles. Ulf no se deja llevar del orgullo masculino. Se da cuenta de que la santa es más culta. Tiene más carácter y fortaleza de espíritu.
Su vida evangélica contrastaba con la ligereza que avasallaba a la nobleza. La amabilidad y dulzura con que trata a huéspedes y domésticos, capta su atención.
El gobierno de las ricas posesiones señoriales de su esposo era complicado. Encuentra en Brígida una consejera ideal. Anima a Ulf a estudiar y leer para conocer mejor las leyes y juzgar con más rectitud.

Hogar feliz
En casi treinta años que viven juntos tuvieron ocho hijos, cuatro varones y cuatro mujeres. Brígida influida por santos religiosos, no descuida inculcarlos el amor a Cristo. Educa a todos en austeridad desprendida.
Disgustos y sufrimientos no les faltaron con ellos, pero Dios sabe equilibrar dolores y gozos. Carlos fue un príncipe voluble y corrompido, pero Birger, el tercero, y Karyn, la cuarta, fueron su consuelo y alegría. En ésta le regalaría el Señor una genial confidente que continuaría su obra.

"Una madre con los necesitados..."
La dureza de los tiempos exigía de los jóvenes esposos la fortaleza heroica que sólo consigue la oración. Favores del cielo continúa saboreando en la contemplación, pero silenciosa y admirada, los guardaba en su corazón.
Múltiples actividades desarrolla con pobres y necesitados, y las comparte con su esposo e hijos. Asociaba a parientes y amigos que se reúnen para leer vidas y martirios de santos. Sobre todo, la Biblia. Sus biógrafos la califican de mujer culta. Apuntan que tuvo que luchar con denuedo contra el orgullo a que la arrastraban sus excelentes cualidades. Muy disciplinada, encuentra tiempo para todo. Alterna con serenidad sus múltiples deberes con la solícita dedicación que debe a hijos y servidores.
Los enfermos y pobres de la comarca fueron sus amigos predilectos. Antes de sentarse a la mesa daba de comer a doce pobres. El Jueves Santo lavaba sus pies. Karyn nos dice que "era como una madre con todos los necesitados, pecadores, huérfanos y viudas. Siempre tenía compasión y ternura con ellos".

Consejera de una reina
Ella y su esposo son terciarios franciscanos. Viven el espíritu del Poverello permaneciendo laicos en la vorágine del mundo cómodo y frívolo. Consejero del reino hacen a Ulf, y Brígida tiene que gobernar Närke. Estudia a fondo Derecho Romano y leyes suecas para regirla mejor.
Tiene treinta y dos años. Se traslada en otoño 1335 al castillo Bohus en Estocolmo. El rey de Suecia y Noruega Magno II esperaba la llegada de su prometida Blanca, hija del conde Juan de Flandes. Necesita una consejera para la joven reina casi niña venida de país extranjero. Elige a Brígida por su integridad y madurez. La pone al frente de las Damas de Honor de Blanca.
Unos seis años es consejera de reyes. Un aparente fracaso fue, según nos dice, su actuación en una corte disoluta y caprichosa. Nace el segundo hijo de los reyes. La santa abandona el palacio y se vuelve a Ulfasa.

Ruta peregrina que abre horizontes
Verano de 1341 y los esposos hacen voto de peregrinar a Compostela. La marcha duró casi tres años. Palparon más al vivo las catástrofes dramáticas del siglo. Guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia que había comenzado cuatro años antes, y el destierro papal en Avignon iniciado en 1305.
Ulf abandona sus tareas políticas. A ella la ruta peregrina le sirve de pretexto para dejar la corte. La santa, a pesar de las fatigas de la marcha, se consagra con más intensidad al cultivo de la Biblia. La amaba tanto que años adelante presentará "su predicación como un octavo Sacramento".

"Deseo... entregarme del todo a Dios"
Empuñando el bordón rematado con punta de hierro y con sayal de peregrino. Emprenden así un viaje que marcaría rumbo decisivo a sus vidas. En la ruta maduran un compromiso definitivo. Ulf al regresar, ingresa cisterciense en Alvastra y muere el 12 de febrero de 1344. Al presentir que su vida acaba, llama a su esposa y le entrega el anillo de boda.
Brígida al volver de Compostela se había retirado a una casa contigua al monasterio. Hace vida solitaria en oración y penitencia. Renuncia a sus inmensos bienes y a los de su marido.
La muerte de Ulf fue el detonante. Tiene cuarenta y un años. Días después se quita el anillo que su esposo le había entregado. Una vivencia íntima y conmovedora aparece en sus escritos. "Cuando enterré a mi esposo, enterré con él todo el amor al mundo y a las cosas de la tierra. Quiero desprenderme de mí misma, de este anillo, de los recuerdos de mi marido y entregarme del todo a Dios".

"Tú serás Mi esposa..."
Nueva etapa se inicia en su vida. Éxtasis, visiones proféticas, desposorio con Cristo. Maestro Mathías, canónigo de Linköping y después Pedro Olafson y el monje Pedro, abad del cenobio de Alvastra, son sus directores. Una gran paz siente al comunicar lo que Dios hacía en ella, y ellos se encargan de traducir al latín revelaciones y mensajes.
"Tú serás mi esposa" le dijo el Señor entonces. Añade algo que le inunda de consuelo. "Verás y oirás cosas espirituales y secretos de cielo. Mi Espíritu permanecerá contigo hasta la muerte".

"Dejaos de adornos suntuosos..."
Impulsada por Dios vuelve a la corte. En 1346 se presenta en Estocolmo y evangeliza a reyes y nobleza. Alborea su misión profética y con valentía habla a monarcas, palaciegos, sacerdotes y religiosos.
Tajantes son sus palabras: "Dejaos de esos adornos suntuosos. Los hombres no se vistan como las mujeres. Las mujeres no se vistan como hombres, ni se adornen indecorosas o provocativas".

Fundadora sin saberlo
Regresa a Alvastra y en la iglesia recibe una orden inesperada. Es un mandato del cielo. Se echa a temblar al verse impotente para crear monasterios dobles de hombres y mujeres. Tiene que fundar la Orden del Santísimo Salvador para expiar por los pecadores contemplando la Pasión de Cristo.
En 1349 redacta en el monasterio, con ayuda de sus confesores, la primitiva Regla enraizada en el espíritu de S. Bernardo. Algunos piensan ?hecho insólito en la historia del Císter? que habitaba en el mismo cenobio monacal. Urbano VI la sanciona provisionalmente el 5 de agosto de 1370, aunque la aprobación definitiva tardará ocho años más.
Una Orden contemplativa cuyos monasterios serán de hombres y mujeres. Una abadesa ?la audacia humilla la altivez del hombre? los regirá todos en nombre de la Virgen Santísima.
El cenobio matriz se funda en Vadstena junto al lago Wättern. Los reyes donaron el terreno, pero Magno II se opone después. Ordena la demolición de las obras iniciadas. La santa no se arredra. Acaba triunfando. Detractores apasionados de su proyecto, se convierten meses adelante en defensores acérrimos.

Tronco frondoso
La Orden, apenas nace, empieza a difundirse. En el siglo XV cuenta con unos ochenta cenobios dobles de gran renombre esparcidos por toda Europa. Los tres reinos escandinavos potencian, gracias a brígidos y brígidas, sus lazos de unión. Muchos serán mártires en las persecuciones de Francia e Inglaterra en el siglo XVI.
En el ocaso del Medievo brillan los brígidos como obispos y regentan cátedras universitarias. En el área cultural tienen poderoso influjo. Traducen la Biblia a los idiomas escandinavos. Los de Vadstena montan la primera imprenta de Suecia.
El ciclón protestante arrasa cenobios, y sólo quedan en pie unos pocos. Los brígidos se extinguen. Ellas resurgirán fecundas después del aluvión luterano. Suecia, Alemania, Inglaterra, Holanda, España y Méjico cuentan hoy con monasterios de contemplativas.
Una mujer sueca convertida, Isabel Hesselblad, relanza en pleno siglo XX una rama de vida activa. Roma la aprueba en 1940. Retoño frondoso que florece en el añoso tronco del carisma de la santa. Impregnado en amor a la Pasión de Cristo y a su Madre Dolorosa con encendido anhelo por la unidad y reforma de la Iglesia.

"Bruja escandinava"
Agosto de 1349 y Clemente VI anuncia al mundo el jubileo del Año Santo 1350. Invita a los fieles a acudir a la Urbe. La suspirada ocasión de colmar un viejo deseo se le presenta. Brígida quiere el espaldarazo pontificio para su Orden.
En otoño de ese mismo año se encuentra en Roma después de adioses dolorosos a hijos y familiares. La acompañan sus directores espirituales. Se establece en una casa contigua a la iglesia de S. Lorenzo in Dàmaso, cedida por un hermano del Papa reinante.
Unos cinco años vivió allí, pero luego se trasladan al Campo dei Fori en el Trastévere. Una casa que llevaría su nombre en la Piazza Farnése vecina a la iglesia a ella dedicada desde su muerte. Largos ayunos y rudas penitencias se imponía en la Roma corrompida y anárquica de entonces. La rectitud y pureza de la santa exasperaba a muchos. La tildan con el remoquete de "bruja escandinava".

Drama trágico
Una herida tenía desde muy niña. Nace dos años antes que los Papas abandonando Roma, se asienten en Avignon. El doloroso Cisma que entrañaba este traslado, lo intuía con certeza. Al llegar a la Urbe se le aviva llenándola de angustia y dolor. Querellas, facciones sanguinarias la diezman y la herida se abre más para no cicatrizar nunca.
Dios trata familiarmente con ella, y le expone deseos y mandatos. Una actividad ingente cae sobre sus hombros. Escribe cartas con santa impaciencia a Urbano VI, a su sucesor Gregorio XI y al emperador Carlos IV. Aúna esfuerzos con Catalina de Siena empeñada también en idéntico objetivo.
Alterna estas tareas agotadoras con continuas visitas a enfermos y pobres. Escribe entonces algunas de sus obras, entre ellas El Angelicus en honor a la Virgen, obra maestra de la literatura del siglo XIV.

Aventura familiar
Karyn no se resigna a vivir lejos de Brígida e importuna a su marido la deje ir a Roma. Lo logra. En agosto de 1350 ya se encuentra junto a su madre.
Amigos y parientes, ganado el Jubileo, retornan a Suecia, pero ella se queda. Dios quería embarcarla en la aventura de su Madrecita del cielo. El marido de Karyn muere al poco tiempo. Ésta se pone a disposición de Brígida para ser su más fiel y querida confidente. Madre e hija viudas se hacen así esposas de Cristo y colaboradoras en Su Obra Redentora.
Estudian latín. Consiguen hablarlo con corrección para introducirse con más facilidad en la curia. Influyen con mayor eficacia en el retorno inmediato de los Papas a Roma, puntal decisivo para la reforma de la Iglesia.
Karyn comparte la habitación de su madre. La acompaña en vigilias nocturnas. Admira las pajillas sobre el suelo que era su miserable catre.

Nostalgia de viajes
Brumas nórdicas despiertan siempre nostalgias de viajes. Lo que sucedió a monjes irlandeses anglosajones siglos antes, le pasa también a ella. En Roma no aguanta estarse quieta. Añora como genuina escandinava hazañas misioneras.
Emprende primero ruta a Asís. También visita los santuarios famosos del Monte Gárgano, Bari, Benevento y Nápoles. Al regresar, recibe nuevas consignas divinas. Toma la última decisión de su vida, peregrinar a Tierra Santa.

"No estéis tristes..."
Embarca en Nápoles como peregrina a pesar de los años y achaques que debilitan su salud. Karyn y sus confesores la acompañan. La travesía marítima fue agotadora. La estancia en Palestina enriquece su espíritu en el año y medio que permaneció visitando con ternura la tierra del Salvador.
El viaje de regreso fue preocupante. Su séquito está muy alarmado. Brígida les consolaba: "No estéis tristes. ¡He recibido tantos beneficios de Dios! Las penas de esta vida no valen nada comparadas con la gloria que Dios promete a los que le aman".

"Señor, en Tus manos..."
Marzo de 1373. Entra en Roma después de recuperar fuerzas en Nápoles. La enfermedad que había contraído en Oriente era mortal y quebranta su salud. Tentaciones y angustias suceden a éxtasis. Sobre todo, le preocupa el porvenir de su Orden recién nacida. Se abandona y confía en Dios.
El día de Pascua cesan las pruebas. Se llena de alegría esperanzadora. Emocionantes son sus últimas revelaciones. Jesucristo se le aparece. "Mis promesas se van a realizar..., el mundo te reconocerá como fundadora de Vadstena y de la Orden del Salvador".
Pedro de Alvastra hace Misa en su celda. Es la mañana calurosa del 23 de julio. Llega el instante tan suspirado por ella del encuentro. Entrega su alma a los setenta años cuando adora la Hostia Santa en el momento de la elevación mientras susurra: "?Señor! En Tus manos encomiendo mi espíritu".

Apoteosis triunfal
Brígida fue sepultada en S. Lorenzo in Panisperma. Karyn, su hermano Birgen y los Pedros trasladan sus restos a Suecia de acuerdo con sus Revelaciones.
El fúnebre cortejo a través de Europa provoca catarata de conversiones y milagros. Las prédicas de Karyn y los sermones de ambos Pedros, contribuyen a suscitarlos. En el largo camino Roma?Dantzig pasan por Viena y Czestochowa.
En Suecia durante casi un mes recorre ciudades y pueblos que la santa había abandonado un cuarto de siglo antes. Una apoteosis triunfal, antes de ser enterrada en el cenobio de Vadstena el 4 de julio de 1374.
Las reliquias fueron entregadas a la doble comunidad de novicios. Karyn sería la primera maestra de las incipientes religiosas. A los cuatro años recibiría la definitiva aprobación pontificia. En 1381 muere después de haber llevado las riendas de la Orden fundada por su madre durante unos ocho años.
BIBLIOGRAFÍA
A. Anderson, El libro de Brígida, santa y profeta, P. Vaticana, Roma 1983.
J. A. Etxeberría, Sta. Brígida de Suecia, Zarauz 1990.
Condesa de Flavigny, Sta. Brígida de Suecia, editorial Cuesta, Valladolid 1913.
H. Redpath, La Embajadora de Dios, Vitoria 1970.


Padre Tomás Morales
¡Desde Baredo un fortísimo abrazo para ti, Consuelo!

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