30 ago 2013

María, madre del silencio

 

Madre de nuestro silencio,

tesoro de calma y serenidad,

te amamos por tu rostro lleno de luz,

por tu mirada llena de ternura,

por lo profundo de tus palabras silenciosas,

por tu transparente disponibilidad.




Que en nuestras tareas cotidianas

nos abras a lo profundo de las cosas que no se ven,

nos ilumines con tu luz transparente,

nos ensanches el corazón con el amor

y la verdad de lo que es importante,

nos contagies tu disponibilidad

ante las sorpresas de Dios.




Madre del silencio,

enséñanos a callar...

enséñanos a contemplar...
 
J. M. Márquez
 

Amor a la Virgen María




Nuestro amor por María puede revestir distintos grados, desde el recuerdo en los momentos difíciles para solicitar su socorro, hasta la imitación de su vida. Esta devoción arranca de su maternidad: primero Madre de Jesús y en Él y con Él Madre de todos los hombres y, más en concreto, de la Iglesia. 


Ella es quien nos invita a participar de su misión maternal y a prolongar su obra.

Quiere que penetremos en sus intenciones a fin de amar mejor a su Hijo en el prójimo. Nos pide que le sirvamos con un respeto infinito bajo las apariencias del prójimo, y que veamos siempre, como Ella, a Jesús en cada hombre, aproximándonos a Él no como un superior o un igual, sino como un inferior que se acerca al maestro. Quiere que amemos al prójimo con su misma delicadeza y tacto, con aquella perseverancia propia de una madre que no abandona jamás a su hijo. 

Autor: Cardenal Suenes

28 ago 2013

Poema de San Agustín: Ama a Dios sin miedo

 
...No le reces a Dios mirando al Cielo
¡mira hacia adentro! 

    No lo busques a Dios lejos de ti,
sino en ti mismo... 
 y Dios lo buscará contigo,
porque ya te lo dio como promesa y
como meta para que tú la alcances...

    No reproches a Dios por tu desgracia;
súfrela con Él y Él sufrirá contigo;
y si hay dos para un dolor, se sufre menos... 

    No le exijas a Dios que te gobierne
a golpes de milagros desde afuera;
¡gobiérnate tú mismo!
con responsable libertad, amando,
y Dios te estará guiando
desde adentro y sin que sepas cómo.

    No le pidas a Dios que te responda
cuando le hablas;
¡respóndele tú!
porque Él te habló primero,
y si quieres seguir oyendo lo que falta
escucha lo que ya te dijo.

    No le pidas a Dios que te libere
desconociendo la libertad que ya te dio.
¡Anímate a vivir tu libertad!
y sabrás que solo fue posible
porque tu Dios te quiere libre.

    No le pidas a Dios que te ame,
mientras tengas miedo de amar
y de saberte amado ¡ámalo tú!
y sabrás que si hay calor
es porque hubo fuego
y que si puedes amar
es porque Él te amó primero.

 

Dame un nuevo corazón Señor

Dame un nuevo corazón, Señor.
Un corazón para adorarte.
Un corazón para servirte.
Dame un nuevo corazón, Señor.
 Limpio como el cristal.
Dulce, como la miel.

Un corazón que sea como el tuyo Señor.
 
 
 

Tarea para hoy martes










27 ago 2013

Aventura pirata en agosto con Fano para acercarnos al Evangelio

viaje pirata


Patxi nos invita en este mes de agosto a la aventura de un barco pirata.

Aventura de amistad, de encontrar tiempo para divertirse, descansar y también para orar, leer el Evangelio y compartir la fe. 

No hace falta mucho equipaje para montar en el barco. No es necesario acumular. El verbo que necesitamos es “compartir”. Si se comparte se pueden tener experiencias nuevas, de gratuidad, de amor, de fraternidad… El compartir genera dinámicas que construyen. La acumulación, la avaricia, el quererlo todo destruyen. 

En la “aventura pirata”, aventura con Jesús, queremos vivir un viaje especial en el que vamos a compartir lo mejor de nosotros mismos con los demás. El verano nos puede ayudar a relajarnos y despertarnos a la gratuidad. En este hermoso barco pirata.


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“Donde esté nuestro tesoro, 
allí está nuestro corazón”

En el viaje en barco pirata, vamos a la caza del tesoro. Diferentes son las indicaciones para llegar hasta él. Hay caminos que llevan a la muerte, otros a la vida. 

En la Palabra encontramos las pistas para hacernos con el tesoro, para encontrarnos con Cristo. 

Por el camino podemos despistarnos con mensajes falsos: los de la avaricia, la codicia, el poder… No nos confundamos. Dejémonos conducir por el Padre.

La aventura del barco pirata es emocionante. Al final alcanzaremos el tesoro que se descubre en las botellas, que son las páginas del Evangelio.


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Con Jesús de capitán del barco de nuestra vida lograremos descubrir la paz auténtica, que es tarea y compromiso, que surge del fuego que purifica y compromete. 

Necesitamos que Jesús nos enseñe a manejar nuestra embarcación, no de cualquier forma, con su estilo, su compromiso, su palabra profética honda y comprometida. 

En el centro del timón, el Amor, que es el que mueve todo lo que Jesús maneja. Conducidos por el Amor de Jesús llegaremos a buen puerto, con la ayuda del Espíritu. 

Que este verano sea tiempo para dejarnos conducir por Él.
 
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En nuestro barco pirata del Amor vamos surcando los mares en este mes de agosto.
 
El barco sabe a pan y a Eucaristía, a razas diferentes que conviven en armonía, a Espíritu que guía.
 
Pero el barco, la Iglesia, es también lugar donde las personas crecen, disciernen entre el bien y el mal, son capaces de optar… Y a pesar de los fallos, las incoherencias y limitaciones, los tripulantes no quieren elegir la ruta del mal sino la que marca el Evangelio, como estilo del viaje de la vida.
 
Jesús, nuestro capitán, nos anima a continuar adelante, pero no lo hace con “medias tintas”. Él ha entregado su vida total y radicalmente. Ahora es nuestro turno.
 
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Con Jesús, con el Papa Francisco, con tantos hermanos y hermanas que hacen del banquete del Reino banquete de mesa compartida con los que sufren y están desplazados. A toda vela, sintámonos alentados al inicio de curso por el soplo de Dios, que nunca deja de animarnos y de llevarnos a buen puerto.
 
Miremos a nuestro alrededor. ¿De quiénes estamos rodeados? ¿Hacemos algo por alguien que nos necesita? ¿Quiénes son los convidados a nuestra mesa? Dejemos que el soplo de Dios renueve nuestros manteles, mentalidades e invitaciones.
 
Fuente: http://blogs.21rs.es

Reflexión: LAS CAJAS DE DIOS

MINI CAJAS DE REGALO DORADA 65X65X60
 
 
Tengo en mis manos dos cajas que Dios me dio a guardar.
Me dijo: Pon tus tristezas en la negra, y todas tus alegrías en la dorada.
Seguí estas palabras y en ambas cajas tristezas y alegrías guardé respectivamente.

A pesar de que la dorada se hacía más pesada día con día, la negra era tan ligera como antes...

Lleno de curiosidad, abrí la caja negra para ver lo que ocurría, y vi en el fondo de la caja un agujero por donde mis tristezas habían desaparecido.

Se la mostré a Dios y le dije:
Me pregunto ¿dónde están mis tristezas?
Y con una tierna sonrisa me respondió:
"Hijo mío, todas ellas están aquí conmigo".

Le pregunté: Dios mío, ¿por qué me diste las cajas?
¿Por qué la dorada, y la negra con agujero?

Y Él me respondió: "Hijo mío, la dorada es para que tomes en cuenta todas tus bendiciones, la negra es para que puedas olvidar".
 

25 ago 2013

Gracias por enseñarme a conocer a Dios

Buen Amigo
 
Siempre es buen momento de tener
un recuerdo agradecido...

Son muchos quienes a lo largo del tiempo
han dejado su huella en ti.

Experiencias sobre las que puedes
recordar nombres.

Quizá algunos te hayan lanzado
a una aventura para sacar algo de ti
y despertar tu "yo dormido",
conseguir aquello que te parecía imposible,
cambiar, crecer y madurar.

Descubrir en ti las huellas de "otros amigos"
encontrados a lo largo del camino,
todo esto es motivo de alegría y gratitud.
 
Es motivo de gratitud el que hayas
podido experimentar a Dios, creer en la vida
y en tu capacidad de encuentro,
creer que alguien haya podido ayudarte
a descubrir lo mejor que existe dentro de ti.

Agradece a:
Aquellos que desde su manera de ser,
te ayudaron a ser más humano, más sencillo,
más sensible a las cosas de Dios.

Aquel que inesperado y oportuno
supo escucharte comprensivo.

Aquellos con quienes compartiste
tus ratos de juego.

Aquel que te ayuda
a develar tu riqueza interior.

Aquel que con su gran bondad
te hizo ser sencillo.

Aquel que descubriste un día
y "se quedó en ti".

Aquel que corrigiéndote con cariño
te hizo caminar.

Aquel que con su vida incansable
te animó a luchar.

Aquel que sin cansancio
siempre espera lo mejor de ti.

Aquel que te exigía siempre
haciéndote crecer en la grandeza.

Aquel que te hace sentir importante
cuando necesita de ti.

Aquel que estando lejos
            lo sentiste cerca.

Aquel que con su desacuerdo
te hace descubrir tu verdad.

Aquel que sabes que te quiere
y siempre te espera.

Aquel que siempre te anima
a ver lo positivo.

Aquel que te quiere como eres
 animándote a crecer.

Aquel que con su necesidad de ti
hizo que te sintieras "único".

Aquellos que con su experiencia interior
 
te ayudaron a conocer a Dios...
 
Para ti:
 

24 ago 2013

Reflexión: El banquero y el pescador

 
Un banquero y experto en inversiones, estaba en el muelle de un pequeño pueblo caribeño, cuando llegó un pescador en su bote.
 
Dentro del bote había varios atunes amarillos bastante grandes y el banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó:
 
–¿Cuánto tiempo le llevó pescarlos?
–Muy poco tiempo, respondió el pescador.
 
–¿Por qué no se quedó más tiempo pescando? podría haber traído más peces. –Preguntó el banquero.
–Sí, seguramente, pero esto es suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de mi familia, dijo el pescador.
 
–Pero permíteme que te pregunte, dijo el banquero ¿qué haces con el resto de tu tiempo?
–Después de pescar, descanso un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta, luego acompaño a mi esposa a hacer las compras y por las noches me reúno con los amigos para pasar un buen rato conversando. Llevo una vida tranquila y despreocupada, dijo el pescador.
 
–Mira, yo soy un especialista en marketing y asesor de grandes empresas y podría ayudarte a desarrollar un negocio. Lo que tendrías que hacer, es dedicar más tiempo a la pesca y con los ingresos podrías comprar un bote más grande. Al tener un bote más grande puedes pescar mucho más que ahora, de manera que duplicarías las ganancias. Con el tiempo podrías comprar varios botes y tener empleados que pesquen para ti.
El siguiente paso es que en lugar de vender el pescado a un intermediario, lo podrías vender directamente a la empresa que distribuye el pescado una vez envasado y empaquetado y con el tiempo, podrías tener la distribución para la provincia o el país entero.
Claro, cuando eso ocurra, tendrías que dejar este pequeño pueblo para instalarte en la gran ciudad, desde donde manejarías tu empresa, sin tener que salir a pescar.
 
–¿Pero, cuánto tiempo hace falta para que ocurra todo eso? Preguntó el pescador.
–Entre diez y quince años, dijo el banquero.
 
–¿Y luego, qué? dijo el pescador.
–Después se puede anunciar una IPO (Oferta Inicial de Acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te harás millonario.
 
–¿Y luego, qué? Le preguntó sonriendo al banquero.
–Luego, te puedes retirar. Te compras una casita en un pueblecito de la costa, donde puedes descansar, dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, ir con tu esposa de compras y reunirte con tus amigos y familiares para pasarlo bien. Dijo el banquero.
 
–¿Acaso no es eso lo que ya tengo?
 
Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.

«Si lloras por haber perdido el Sol,
tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas»

Fuente: reflexionesparaelalma

Reflexión: Amor Fraternal



Amor fraternal
La historia cuenta que había dos hermanos que se querían con toda el alma.Ambos eran agricultores. Uno se casó y el otro permaneció soltero.
Decidieron seguir repartiendo toda su cosecha a medias.

Una noche el soltero soñó: ¡No es justo! Mi hermano tiene mujer e hijos y recibe la misma proporción de cosecha que yo que estoy solo. Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que él sé de cuenta.
A su vez el hermano casado soñó también una noche: ¡No es justo! Yo tengo mujer e hijos y mi futuro estará con ellos asegurado. A mi hermano, que está solo, ¿quién lo ayudará? Iré por las noches a su montón de trigo y le añadiré varios sacos sin que sé de cuenta.

Así lo hicieron ambos hermanos. Y ¡oh, sorpresa!, Ambos se encontraron en el camino, una misma noche, portando sacos una para el otro.
Se miraron, comprendieron lo que pasaba y se abrazaron con un abrazo de hermano, aún más fuerte, y para siempre.

A veces, es necesario hacer un alto en nuestra vida y revalorizar las bendiciones que tenemos al contar con un hermano, es esencial, como cristianos, amarnos y procurarnos como tales.

No podemos dar testimonio de Vida, si no amamos a los que están más cerca de nosotros. El Señor nos pide caridad y entrega.

Hoy es un buen día para empezar.

23 ago 2013

Oración para el Amanecer

 
Te ofrezco en esta mañana una hermosa oración para no fallar en la fe puesta en Dios que va siempre a tu lado. Esta oración está en total sintonía con la Biblia, donde encontrarás centenares de veces la expresión “Dios está contigo”, o sus variantes, especialmente en los salmos.
 
Dejado ya el descanso de la noche,
despierto en la alegría de tu amor,
concédeme tu luz que me ilumine,
como ilumina el sol.
 
No sé lo que será del nuevo día
que entre luces y sombras viviré,
pero sé que si Tú vienes conmigo,
no fallará mi fe.
 
Tal vez me esperen horas de desierto
amargas y sedientas, mas yo sé
que si vienes conmigo de camino,
jamás yo tendré sed.
 
Concédeme vivir esta jornada en paz
con mis hermanos y mi Dios,
al sentarnos los dos para la cena,
párteme el pan, Señor.
 
¿Bellísima oración, verdad? Puedes copiarla y tenerla a mano, para orar con ella a Dios que “te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te guarda de todo mal” (Salmo 121). Que la convicción de que “la bondad y el amor del Señor te acompañan a lo largo de tu vida” (Salmo 23) arraigue en tu corazón.
 
Padre Natalio

22 ago 2013

María, lámpara encendida



En Ella se realizan
las promesas de nuestra salvación;
en Ella se refleja la belleza primera
con la que Dios concibió a la humanidad.

En Ella se restablece el coloquio de los
Ángeles con el hombre inocente;
en Ella reaparece la integridad virginal
que el mundo admira y que no tiene.

En Ella se cumple el misterio soberano
de la Encarnación que glorifica a Dios
y trae la paz a la tierra.

En Ella, el silencio profundo del alma perfecta y
abierta hacia el infinito, se transforma en amor,
en palabra, en vida, se hace Cristo.

En Ella, toda piedad, gentileza,
soberanía y poesía es viva;
en Ella el dolor se hace tan acerbo que
ningún otro corazón de madre puede igualarlo.

En Ella, tanto la fe como la esperanza, la fortaleza y la bondad, la humildad y la gracia con esa estela de realismo y misterio tienen expresiones sobrehumanas.

En Ella cual cirio encendido,
se irradia a Cristo y su Espíritu.


SS. Juan Pablo II

21 ago 2013

Oración del Catequista

día del catequista

Vuelvo Señor, como el caminante que regresa a su casa,
para poner a tus pies, algo del tiempo de mis días.

Sólo, Tú, Señor, tienes palabras de VIDA eterna:
inspírame las oportunas y certeras para hacerte presente
allá donde, en tu nombre, yo hable.

Sólo, Tú, Señor, eres CAMINO verdadero:
haz que todos aquellos que has puesto en mi sendero
sepan descubrirte como amigo bueno y verdadero.

Sólo, Tú, Señor, eres VERDAD ante tanta falsedad:
que, en mi testimonio y con mi ejemplo,
sepa transmitir y hacer sentir:
que tu Evangelio es luz frente a la oscuridad
dicha ante la infelicidad
fuerza ante la debilidad
alegría ante la tristeza
futuro ante el pesimismo
amor frente al odio
fraternidad frente al individualismo.

Retomo Señor, como pescador las redes de tus mares,
en mis manos frágiles y cansadas.

Insiste para que nunca me canse de lanzarlas
Indícame la dirección adecuada
Oriéntame cuando surjan las dudas
y lléname con el don de la oración.

Y, cuando, por lo que sea
sienta que mi labor sirve de poco o de nada
hazme comprender que, lo que por tu nombre se siembra,
tarde o temprano el Espíritu Santo hace que crezca.

En tus manos, Dios y Padre,
pongo mis ilusiones y mis luchas
mis esperanzas y mis palabras
mis gestos y mis manos abiertas
mi corazón y mi alma.

Tú, Señor, siempre y en todo momento
dirige el timón de mi fe en la barca de tu Iglesia.
Amén.

¡Felicidades a todos los catequistas!: 21 de agosto

 
La iglesia celebra los 21 de agosto, el Día del Catequista, en conmemoración del Papa Pío X quien tuvo actuación decisiva a favor de la catequesis e hizo posible entre otras cosas que los niños se acerquen a los sacramentos a edad temprana.
 
Tomando palabras de Monseñor José Luis Mollaghan, podemos decir que:
 
Ser catequista es creer fuertemente y tener una profunda vida de fe; responder y seguir a Jesucristo para ser su testigo, en una comunidad de fe, esperanza y caridad.
 
Ser catequista es vivir la comunión por medio de la gracia, enriquecida por la Palabra de Dios y la Eucaristía, que nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre.
 
Ser catequista es desear crecer en el conocimiento cada vez más profundo de la Palabra de Dios, que ilumina la enseñanza de la Iglesia, para trasmitirla a todos.
 
Ser catequista es vivir como un discípulo y discípula del Señor, y participar del envío que nos hace el Obispo; vivir el llamado misionero, para  vivir lo que enseñamos y  enseñar lo que vivimos.
 
 
Para ello, es necesario tomar el ejemplo de  San Juan Bautista, que "testimonia un estilo de vida desprendido y pobre; demuestra gran valentía al proclamar a todos la voluntad de Dios, hasta sus últimas consecuencias. No ceder a la tentación fácil de desempeñar un papel destacado, sino que, con humildad, se abaja a sí mismo para enaltecer a Jesús” (Juan Pablo II, Jubileo de los catequistas, 2000).
 
Como San Pío X, que impulsó la enseñanza del Catecismo para fortalecer la fe y el conocimiento de Cristo; cada catequista debe conocer en profundidad  el Catecismo de la Iglesia y trasmitirlo con la ayuda de un nuevo ardor, y de una metodología renovada; pidiéndole que nos anime y sostenga en la misión.
 
Se comprende que lo más importante es transmitir con amor el mensaje de Jesús y compartir con los demás la experiencia del encuentro con Cristo.
 
Así, el catequista se convierte, definitivamente, en una persona que cree y sigue a Jesucristo, viviendo la alegría de ser su testigo.
 
 
El Día del Catequista, nos invita a  agradecer a Dios nuestra vocación y misión en la Iglesia, junto a nuestros párrocos y sacerdotes; junto a quienes reciben la catequesis en nuestras parroquias y comunidades, especialmente junto a los niños y jóvenes; y también nos colma el corazón de una profunda alegría, y nos impulsa a crecer en nuestro servicio.
 
 
“Como me envió el Padre,
así os envío Yo”
(Juan 20, 21)

“La mies es mucha, pero los obreros pocos.
Rogad, pues, al Dueño de la mies,
que envíe obreros a su mies”
(Lucas 10, 2)

“No me elegisteis a Mí, sino Yo a vosotros,
y os designé para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto permanezca”
(Juan 15, 16)
 
 
Cada uno de nosotros tenemos una vocación específica, un llamado, para el cual y por el cual hemos sido creados; sin este llamado por detrás de todas las cosas nuestra vida no tendría sentido, y es que el Padre Dios nos pensó con tanto amor que no podía dejarnos a la deriva, pero eso sí, la última palabra la tenemos nosotros.

La vida del cristiano es un elegir a cada instante, es un optar por esto o por aquello, pero llega un momento en que la opción se vuelve más seria y debemos elegir ya no una forma de estar, sino una  forma de ser.

Llamados a ser catequistas, no a hacer de catequistas. Cuando empezamos la catequesis, dimos un SÍ profundo y seguro a Dios, un SÍ que no se termina en ese momento, sino que se prolonga como una opción de vida, como una forma de ser. El decir SÍ a ser catequistas es decir SÍ a ser maestros de la fe, esa fe que la aprendimos de nuestros mayores, que la aceptamos con amor y que ahora la transmitimos con entusiasmo y con la esperanza de que ocurra en los demás lo mismo que ocurrió en nosotros.

La vocación del catequista no es temporal, es desde siempre y para siempre; aunque el día de mañana no tengamos un grupo a nuestro cargo, seguiremos siendo catequistas, de nuestras familias, vecinos, amigos y de todos aquellos que aquí o allá necesiten de nosotros una palabra de aliento, de apoyo... una palabra de Dios. 
 

Hoy por hoy, ya sea con los padres o con los chicos, nuestra función es transmitir, enseñar la Palabra de Dios. Esto requiere de nosotros una dedicación de tiempo completo, pero sin dejar de lado nuestras familias, nuestro trabajo, nuestros estudios, sino que también en ese ambiente debemos ser catequistas, por eso no estamos llamados a hacer de catequistas sino a serlo.

La opción de vida que hemos tomado nos compromete hasta tal punto que toda nuestra vida debe verse afectada por nuestro SER CATEQUISTA.


Los NO del catequista

El catequista no es aquel:

- Que se cree el súper cristiano que se las sabe todas.
- Que por sus muchos méritos ha llegado hasta donde está.
- Que no es coherente entre lo que vive y lo que enseña.
- Que se hace “compinche” de su grupo.
- Que “dicta clases” de catequesis deshumanizando al grupo.
- Que no quiere a su comunidad y se ocupa solo de la catequesis.
- Que no prepara los encuentros porque no le interesan.

Los SÍ del catequista

El catequista es aquel:

- Que ha recibido de Dios el llamado a comunicar a otros la misma fe que ha recibido.
- Que con generosidad y desinteresadamente se entrega al servicio de los demás.
- Que humildemente reconoce su debilidad y su ignorancia pero confía en la obra del espíritu.
- Que vive cada segundo con ansias de conocer más a Dios y así compartirlo con los hermanos.
- Que enseña lo que cree, y practica lo que enseña.
- Que se hace uno con su grupo y comparte de igual a igual.
- Que quiere al grupo que el Señor le encomendó y se gana la amistad de todos.

Cuando dijimos SÍ a ser catequistas, firmamos con Dios un 'contrato de vida', en el cual había muchas letras pequeñas que seguramente no leímos (este artículo es una copia del contrato que firmamos con las letras pequeñas agrandadas para que veamos bien).

Sería bueno que pensemos si después de haber leído bien el 'contrato' lo firmaríamos nuevamente asumiendo todo lo que, querramos o no, ya hemos asumido cuando dijimos sí al llamado de Dios a ser catequistas.
 
 
 
 

Pide al Señor irradiar su luz a todo el mundo

Tú fuiste creado por la luz bendita de Dios, fuiste tejido desde el seno materno con la luz amorosa de sus manos.
 
Por eso, hoy y cada día, abre las ventanas de tu alma y llénate de la luz que viene de lo alto. Ella expulsará de ti cualquier rastro de sombra que hubiese podido arrastrarse hasta tu corazón.
 
Luego, al salir de tu casa, hazte el propósito de cuidar esa luz, sin que nada ni nadie la extinga. Por el contrario, hazte el propósito de encender con la luz del Señor, las mechas de aquellos corazones en quienes percibas las sombras de la tristeza, el enojo y el desaliento.

Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo. 
Mateo 5, 14-16.
 
 
¡Feliz Día del Catequista!
 
 http://peque-semillitas.blogspot.com.es/
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