Vuelvo Señor, como el caminante que regresa a su casa,
para poner a tus pies, algo del
tiempo de mis días.
Sólo, Tú, Señor, tienes
palabras de VIDA eterna:
inspírame las oportunas y
certeras para hacerte presente
allá donde, en tu nombre, yo
hable.
Sólo, Tú, Señor, eres CAMINO verdadero:
haz que todos aquellos que has
puesto en mi sendero
sepan descubrirte como amigo
bueno y verdadero.
Sólo, Tú, Señor, eres VERDAD ante tanta falsedad:
que, en mi testimonio y con mi
ejemplo,
sepa transmitir y hacer sentir:
que tu Evangelio es luz frente
a la oscuridad
dicha ante la infelicidad
fuerza ante la debilidad
alegría ante la tristeza
futuro ante el pesimismo
amor frente al odio
fraternidad frente al
individualismo.
Retomo Señor, como pescador las
redes de tus mares,
en mis manos frágiles y
cansadas.
Insiste para que nunca me
canse de lanzarlas
Indícame la dirección
adecuada
Oriéntame cuando surjan las
dudas
y
lléname con el don de la oración.
Y, cuando, por lo que sea
sienta que mi labor sirve de
poco o de nada
hazme comprender que, lo que
por tu nombre se siembra,
tarde o temprano el Espíritu
Santo hace que crezca.
En
tus manos, Dios y Padre,
pongo
mis ilusiones y mis luchas
mis
esperanzas y mis palabras
mis
gestos y mis manos abiertas
mi
corazón y mi alma.
Tú, Señor, siempre y en todo
momento
dirige el timón de mi fe en la
barca de tu Iglesia.
Amén.
Que hermosa oración, gracias!!
ResponderEliminarDTB!!
hermosa la oracion!!!!
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