“Preparad
el camino al Señor”. Esta es la tarea que debe ocuparnos y
preocuparnos.
Si
quieres, si te atreves, te invito a salir a las calles y avenidas de tu ciudad o
tu pueblo, a colocar señales que ayuden a tus hermanos a descubrir el camino por
el que va a aparecer el SALVADOR… Como ejemplo te muestro algunas…
¡Apunta!
Señales de
Peligro
1. Curvas
peligrosas.
No siempre viene el Señor por una gran autopista debidamente señalizada; por eso
se necesitan agentes que, con la mano, la mirada o con un simple guiño, indiquen
la senda correcta.
2.
Desprendimientos. A veces en el camino de la vida la caída
es inevitable, aunque en la mayoría de las ocasiones se pueden prevenir...
informando, aconsejando, alentando y, sobre todo, acompañando.
3.
Peatones. A tu alrededor hay personas que no piensan como
tú. Sin embargo, desde el respeto y la tolerancia, debes aceptarlos y mostrarles
el camino correcto. Después, la ruta que escojan no debe angustiarte.
4.
Estrechamiento de la calzada. Debemos caminar juntos pero
sin codazos ni empujones. Hazte a un lado, pues siempre en el camino del Señor
hay sitio para el otro.
5.
Circulación en dos sentidos. No es la vida una senda de una
única dirección. Algunos regresan cuando tú partes. Lo importante es que siempre
tengas preparado un saludo cariñoso, una palabra amable con aquellos que se
cruzan en tu vida.
Señales de
prohibición
1. Entrada
prohibida. El Señor necesita encontrar las puertas de tu
corazón abiertas de par en par. Sin embargo hay que señalizar los lugares por
donde Dios jamás osaría pasar. Prohíbete en tu vida las caras largas, los
rencores, la violencia, las cabezonerías...
2.
Advertencias acústicas prohibidas. Fuera los cascos de la
indiferencia y el pasotismo. Escucha al Señor, escucha a tus hermanos... ¡Están
tan cerca de ti!
3. Velocidad
máxima. No vayas tan acelerado por la vida que
corras el peligro de pasar de largo y perderte por el camino las enormes gracias
y bendiciones que Dios pone a tu paso.
4. Cambio de
sentido prohibido. No vuelvas la vista atrás. Deja el
pasado. No te pases el día lamentándote. El Señor camina hoy, ahora, en este
preciso momento, a tu lado.
5.
Adelantamiento prohibido. La felicidad está en el camino.
No es un lugar al que haya que llegar por todos los medios en primera posición;
es más bien una manera de andar, de vivir, de esperar, de confiar.
Señales de
indicación
1.
Túnel. No te agobies por la oscuridad o por aquellos
problemas para los que no encuentras salida. Simplemente déjate iluminar por El,
que trae la luz, la Luz.
2.
Estacionamiento. De vez en cuando es necesario cerrar la
agenda, apagar el móvil y olvidar el reloj, y encender el «GPS del corazón» para
«echar una parrafada» con el Señor.
3.
Surtidor. Repostar, cargar las pilas del amor, del
entusiasmo y, sobre todo, de la confianza y de la fe en Aquel que viene.
4.
Información. Es fundamental tener a mano un buen manual. Y
nada mejor que la Palabra de Dios. Ah, y no te preocupes: si no lo llevas, nadie
te multará, pero... ¡sería una pena que te perdieras!
5. Área de
descanso. En el camino de cada día es necesario que tengas
un tiempo de «asueto de espíritu.» Deja que Dios se ocupe de tus cosas mientras
tu te ocupas de las suyas.
Fuente: http://hnascristocrucificado.blogspot.com.es
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