Una
 vez un campesino chino, pobre y muy sabio, trabajaba la tierra 
duramente con su hijo. 
Un día el hijo le dijo: -Padre, ¡qué desgracia! 
Se nos ha ido el caballo.
-¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el tiempo...
-¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el tiempo...
A los pocos días el caballo 
regresó, acompañado de otro caballo..... -¡Padre, qué suerte! - exclamó 
esta vez el muchacho, nuestro caballo ha traído otro caballo.
-¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre, veamos qué nos trae el tiempo...
En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo 
nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se enfureció y lo arrojó al 
suelo. El muchacho se quebró una pierna...
-Padre, qué desgracia! - 
exclamó ahora el muchacho - ¡Me he quebrado la pierna!..
Y el padre, 
retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: ..¿Por qué le llamas 
desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!...
El muchacho no se convencía 
de la filosofía del padre, sino que se quejaba en su cama. Pocos días 
después pasaron por la aldea los enviados del rey, buscando jóvenes para
 llevárselos a la guerra. Vinieron a la casa del anciano, pero como 
vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de 
largo.... 
El
 joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la 
fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo,
 para ver si algo es malo o bueno...
Qué desgracia...! ó ¡qué suerte...!  
El tiempo nos lo dice.
Generalmente es ¡QUE SUERTE...!
Ana
Ana
Nuestro agradecimiento a Franja y a Ana que nos han enviado esta preciosa reflexión.  Desde O Sol Xa Saíu os deseamos MUCHÍSIMA SUERTE. 



Es una maravilla ver cómo progresa el blog de Baredo en visitantes. Vale la pena, porque los artículos son lecciones para todos. En este caso, como la anécdota presente, nada sucede por casualidad. Y en nuestra vida diaria, por mucho que se tuerzan las cosas, hemos de decir siempre que...¡Dios sabe más! Que sigáis por ese camino, porque el espacio de Internet, si no conseguimos meter a Dios, el diablo se mete por todas partes. Hay que traerlo a raya. Y también con oraciones y mucha agua bendita.¿vale?
ResponderEliminarDescubrí vuestro blog gracias a D.Javier. Les doy las gracias a ustedes y a él, por el gran trabajo que pasan y por las hermosas aportaciones que hacen a nuestra vida espiritual.
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