Llevo una cruz en
mi bolsillo
un recordatorio
de que soy cristiano.
No importa donde
me encuentre.
Esta pequeña cruz
no es mágica
ni es un talismán
de buena suerte.
No está hecha
para protegerme de todo daño.
No es para
identificación
para que todo el
mundo la vea.
Es simplemente un
acuerdo entre mi Salvador y yo.
Cuando meto la
mano en mi bolsillo
para sacar una
moneda o una llave,
la cruz está ahí
para recordarme que
Él se sacrificó
por mí.
Me recuerda
también dar las gracias
por mis
bendiciones diarias
y esforzarme por
servir a Dios mejor en todo
lo que digo y
hago.
También es un
recordatorio diario por la paz
y el bienestar
que comparto con quienes
conocen al Señor
y se entregan a su cuidado.
Por lo tanto,
llevo una cruz en mi bolsillo.
Recordándome a mí
solo
que Jesucristo
será Señor de mi vida
únicamente con
permitirle que lo sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.