Son dos de los mártires más famosos y venerados de la antigüedad cristiana, lo que hizo que, a falta de datos históricos, fueran objeto de muchas leyendas.
Eran médicos anargiri, o sea, que ejercían su
profesión gratuitamente, y fueron martirizados a finales del siglo III en la
ciudad de Cirro, junto a Alepo, en la
Siria septentrional.
En Cirro se levantó la primera basílica en su honor, y su culto se extendió por Oriente, pasando luego a Roma y a toda la Iglesia; fueron numerosos los templos y monasterios que se les dedicaron.
Son célebres los mosaicos de
Ravena que los celebran. Los médicos, los farmacéuticos y muchas organizaciones
de profesionales de la sanidad los tienen por patronos, y su patrocinio es invocado contra las enfermedades.
"Los
dos hermanos gemelos Cosme y Damián, médicos de profesión, después
que se hicieron cristianos, espantaban las enfermedades por el solo
mérito de sus virtudes y la intervención de sus oraciones...
Coronados tras diversos martirios, se juntaron en el cielo y
hacen a favor de sus compatriotas numerosos milagros. Porque, si
algún enfermo acude lleno de fe a orar sobre su
tumba, al momento obtiene curación.
Muchos refieren también que estos Santos se aparecen en sueños a los enfermos indicándoles lo que deben hacer, y luego que lo ejecutan, se encuentran curados. Sobre esto yo he oído referir muchas cosas que sería demasiado largo de contar, estimando que con lo dicho es suficiente"
http://www.evangeliodeldia.org/
| Fuente: Catholic.net
Imágenes de San Cosme y San Damián que se veneran en la Capilla de Santa Liberata en la Parroquia Santa María de Baiona
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