Cuando éramos niños, nos ponían a San Tarsicio como ejemplo de amor y fe en la Eucaristía. Nos llegaba al alma, escuchar los retazos de su vida, en dónde podías leer sus palabras a los que querían arrebatársela, pues la llevaba a los cristianos encarcelados por el nombre de Cristo. Lo hacía por encargo del Papa, porque a un niño le era fácil entrar en las cárceles. Sus palabras aún resuenan en mi interior: " ¡Antes me dejaré matar, que dejármelo arrebatar!", porque llevaba la Eucaristía en el pecho y no pudieron separarle las manos, ni los más forzudos ni después de muerto. Solo un sacerdote pudo después hacerlo para recogerla y llevársela al Papa. Su alma volaría al cielo, después de su gran amor, demostrado por la entrega de su vida en el martírio. ¡San Tarsicio! Te ruego por los monaguillos y en este tiempo especialmente, por los niños que van a hacer la Primera Comunión.
Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.
Cuando éramos niños, nos ponían a San Tarsicio como ejemplo de amor y fe en la Eucaristía. Nos llegaba al alma, escuchar los retazos de su vida, en dónde podías leer sus palabras a los que querían arrebatársela, pues la llevaba a los cristianos encarcelados por el nombre de Cristo. Lo hacía por encargo del Papa, porque a un niño le era fácil entrar en las cárceles. Sus palabras aún resuenan en mi interior: " ¡Antes me dejaré matar, que dejármelo arrebatar!", porque llevaba la Eucaristía en el pecho y no pudieron separarle las manos, ni los más forzudos ni después de muerto. Solo un sacerdote pudo después hacerlo para recogerla y llevársela al Papa. Su alma volaría al cielo, después de su gran amor, demostrado por la entrega de su vida en el martírio. ¡San Tarsicio! Te ruego por los monaguillos y en este tiempo especialmente, por los niños que van a hacer la Primera Comunión.
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