¡Qué bien lo expresa este dibujo: hemos de orar siempre, constantemente, hemos de vivir en “on”! El “off” hemos de dejarlo para la tele, el ordenador, la play y tantos aparatitos que nos despistan y hacen que nos perdamos sin ir a lo esencial.
La oración nos “enchufa” con el Padre. ¿Quién puede vivir sin pulmones o sin corazón? ¿Qué cristiano puede vivir sin oración?
He conocido experiencias de padres que, desde pequeños, han rezado con sus hijos al acostarlos: dan gracias, piden perdón, cantan algún canto, leen un trocito del evangelio o de la vida de algún santo… ¡Cuánto une a la familia la oración! Hay cosas que sólo se expresan rezando. Quien no reza, se pierde una dimensión importante de comunicación.
Ojalá que aquí o allá, en la iglesia, en casa, en la escuela, contemplando la naturaleza… nos hallemos cerca de Dios. No lo olvides la oración siempre en “on”.
Fernando Cordero ss.cc.
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