Nos tocamos la cabeza cuando decimos Padre, porque fue el Padre el que pensó todas las cosas: que las cebras tuvieran rayas y las jirafas manchas, que el arco iris tuviera 7 colores y las montañas altas terminen con nieve…
El Padre se hizo niño y bajó (descendemos los dedos desde la frente a la barriga) al vientre de una mujer, María. Por eso, al decir Hijo nos tocamos la barriga.
Y ese Dios Padre, que se hace Hijo en una barriga, envía su Espíritu (aquí es donde más se lían, por lo de derecha o izquierda). El Espíritu es una fuerza invisible que viene de Dios y nos ayuda a ser mejores. ¿Sabéis qué es lo primero que toca? EL CORAZÓN (lado izquierdo).
Podemos hablar con Dios, estar con Él siempre… pero el Espíritu también mueve nuestra mano (a la derecha) para dar de comer al hambriento, de beber al sediento, abrazar al inmigrante…
Colorea, si quieres, la Cruz que ha dibujado el Sacerdote Fano:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.