Murió muy joven (apenas 24 años). Había nacido en Torrelobatón (Valladolid) en 1711. En su caso lo especial lo llevó por
dentro: su vida de fe y amor con Cristo alcanza cotas poco comunes, con un
perfil de vida mística semejante al de otros grandes santos, viviendo ya con
apenas 19 años lo que los teólogos llaman el desposorio espiritual con Jesús,
en el contexto de una vida exterior de lo más común.
Es en ese marco donde hay que situar los acontecimientos
que le suceden en mayo de 1733, cuando Bernardo cuenta
con 21 años: Jesús le introduce en el misterio de su amor redentor por los
hombres, y le pide que lo dé a conocer. Publica el primer libro en España sobre el Corazón de Jesús y difunde miles de estampas. Logra que se hable a las masas de esta devoción y contacta a obispos y familias reales en apoyo de este culto.
A ello dedicará sus energías mientras le dure la vida,
pues dos años y medio después contrae unas fiebres malignas, y muere.
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