Este domingo celebramos una fiesta
trasladada. Antes era uno de los "tres jueves que brillan más
que el sol: Jueves Santo, Corpus Cristhi y el día de la Ascensión".
Esto indica el poco protagonismo e
influencia de los cristianos en la vida pública al perder nuestras
solemnidades. Y precisamente, porque Cristo resucitado retorna al seno del
Padre Dios y se "sienta a su derecha" podemos vivir con esperanza
fiable: el mismo que a tantos curó, llamó y escuchó, pidió y consoló sigue
intercediendo por todos nosotros, los que libremente aceptamos unirse a Él,
cabeza que no se desentiende para siempre de su cuerpo, pues rotas las
limitaciones del tiempo y del espacio, se hace presente y está entre aquellos
que nos unimos en su presencia y puede estar en todos los sagrarios del
mundo.
Ninguna iglesia está vacía, está el Señor
del cielo y de la tierra. Lo que puede pasar es que esté sin gente y
abandonado. Nuestra esperanza es su Amor que tiene nombre de persona:
Jesús, el Amigo que no falla y pedimos que derrame sobre nosotros
su Espíritu Santo para dar testimonio de la alegría de creer, pues nos sentimos
sus instrumentos, trabajadores de su viña.
Jube
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.