Te damos
gracias, Señor
porque eres el
amor y la vida,
el Buen Pastor.
Sin nombrarte o
reconociendo
tu nombre,
todos los
hombres te buscan.
También te
buscamos nosotros,
cuando
escuchamos tu voz
y te seguimos.
Te bendecimos,
porque el Espíritu,
que todos
llevamos dentro,
nos impulsa a
reconocer tu palabra y tu obra
en las
encrucijadas de la vida,
allí donde
hermanos nuestros
trabajan por la
verdad,
la justicia, la
libertad.
En el fondo de
nosotros mismos
sentimos una
llamada a la vida,
a la bondad, a
la sinceridad.
Es el eco de tu
voz que resuena
en lo más
profundo
de cada ser
humano.
Con la inmensa
muchedumbre
de los que te siguen
te damos gracias.
Javier Léoz
Dentro de unos días este blog de una persona que admiro llegará a los cinco millones de visitas. Es la mejor señal de que vale porque los catequistas, los sacerdotes, los padres y todos aquellos que quieren razón sobre temas de educación, catequesis o doctrina cristiana, o del valor de la oración en familia, o devoción a los santos, tienen el tema asegurado en este y en los blogs que dependen del principal.
ResponderEliminarOs animo a compartir estos temas, porque pueden ayudar a mejorar un poco a este mundo que se ha desquiciado, porque ha aparcado a Dios y se ha metido con los sucedáneos. Y no vemos a la gente ni alegre ni feliz.
¿No habrá que volver a las raíces de la vida cristiana?.
Yo te puedo hablar del desconocimiento de los dos temas que están influyendo más en los que quieren regresar y que es necesario poner a punto para una regeneración interior: La Santa Misa y el Sacramento de la Confesión o del Perdón. Si te acercas a estos sacramentos empezarás a tomarte en serio la salvación de tu alma, que al final es lo que importa. Que así sea.