Alegría para todos.
Que la creación entera se estremezca con un latido más de vida y esperanza. Que los creyentes todos resplandezcan con vestido nuevo, perfumado en el Ungido. Y vosotros, los pobres, los dolientes, los pequeños, que pasáis inadvertidos, abríos a la esperanza y a la dicha, que va a estallar el sol en vuestras vidas.
Que nadie en esta noche sufra de pesimismo o de tristeza. Que se alejen los espíritus malignos, los que amargan la vida de los hombres, porque han sido definitivamente derrotados.
Esta es la noche que ha sido iluminada por un sol nacido del sepulcro. Esta es la noche victoriosa, en la que la muerte, hecha cautiva, en huida sus guardias y soldados, se puso al servicio de la vida.
Esta es la noche tan dichosa en la que Cristo, el amor más grande, floreció en espiga y amapolas, y volvió a reunirse con los suyos.
Verdaderamente la cruz fue necesaria para que el Amor triunfara de la muerte.
Que Judas no se desespere, que Pilatos no se lave más las manos, que los soldados no tengan pesadillas, que Pedro ya no llore, porque el daño se ha trocado en beneficio.
Ahora es el tiempo del juego y de la risa, de la fe reconquistada y la esperanza cierta; ahora es el tiempo del amor hasta la muerte.
Magdalena jugará con Jesús al escondite, los de Emaús jugarán a los disfraces, Tomás al veo-veo, Juan a adivinanzas, y para Pedro llegó la hora del examen, brillantemente superado.
Es la hora del reencuentro, de la presencia y la amistad gozadas, del pan partido y compartido, de promesas y dones generosos.
A partir de esta noche todo estará más claro y florecido: la Pasión del mundo continúa, pero ya ninguna cruz será maldita, y en todos los surcos de la muerte se siembra la esperanza.
Un mensaje de alegría para todos hombres de toda religión y raza: la vida ha salido victoriosa, la justicia triunfará, sin duda, porque Cristo resucitado está en el centro de la historia: Él es la Pascua, el sol que dinamiza nuestro mundo.
(Oración-Himno atribuido a San Ambrosio de Milán)
Cada vez que entro en este blog, me llevo una alegría grande no solo por lo popular que se está haciendo-el número de entradas crece y crece- sino por el bien que está haciendo, según me consta por amigos míos que lo están recomendando. Que El Señor bendiga a quienes llevan el trabajo de confeccionarlo, y la Virgen Santa de la portada del blog, la Madre mía, les proteja con su manto maternal, porque nadie que acuda a Ella queda desamparado.
ResponderEliminarCristo resucitó...¡¡¡Aleluya!!!