El alma que se abisma
en las riberas infinitas de tu amor,
lleva tras de sí los tesoros que posee.
No soy un águila,
soy un pajarillo de un ligero plumón
que mira al tibio sol, su sol de amor.
/Derramaré una lluvia de rosas./ (bis)
Para almas pequeñitas,
nada de métodos muy, muy complicados.
Les dejo un caminito de confianza y amor.
Atráeme Jesús,
para que no exista nadie mas que vos.
Te doy mi corazón, morir de amor.
Quiero pasar mi cielo
haciendo el bien sobre la tierra.
Ya todo se ha cumplido,
me entregué al amor.
Señor, yo te conjuro
a que llames almas pequeñitas
víctimas de tu amor, víctimas de tu amor.
Del album "Mi paz y mi alegría" Santa Teresita del Niño Jesús.
Carmelitas Descalzas Mar de Plata.
Eso es alta contemplación. El amor a la Santísima Virgen, hace sensibles a las almas para que por Ella sea fácil llegar a Jesús.
ResponderEliminarYo me asusto de esas palabras tan hermosas, "Quiero pasar mi cielo
ResponderEliminarhaciendo el bien sobre la tierra.-Ya todo se ha cumplido, me entregué al amor".
porque no se pueden decir tales palabras si uno no se ha vaciado antes de si mismo, para que quepa solo Dios, que es Amor.
Por eso me da pena, al pensar en lo mayores que queremos ser, despreciando la vida de infancia, cuando solo en la pequeñez, y haciéndolo como Santa Teresita se empeñó en su vida, imitando a María Santísima, encontraremos la grandeza y la consecución del lugar en el Amor, al que Santa Teresita pudo llegar solo por sentirse la más pequeña.
Mng. solo desde el amor, el amor limpio, se puede llegar a saborear, en la vida de entrega sin condiciones. algo parecido.
La finura del alma humilde, es consecuencia del amor a Dios ya las criaturas por Dios.
Ese tiene que ser también nuestro objetivo.