¿Qué significa la
"lluvia de rosas"?
A Santa Teresita le encantaban las rosas. Su
vida se estaba consumiendo y sabía que su misión no había hecho más que empezar
mientras se disponía a entrar en la vida eterna con Dios. Ella explicaba que
"después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas", es decir, que
proporcionaría una lluvia de favores y beneficios, para que la gente amara más
a Dios.
¿Qué es el
"caminito"?
El mensaje que quiere transmitir Teresita es
que la espiritualidad es sencilla y la llama "caminito". Es decir,
ella nos enseña que Dios está en todas partes, en toda situación y toda persona
y en los sencillos detalles de la vida. Su "caminito" nos enseña que
hay que hacer las cosas habituales de la vida con extraordinario amor. Una
sonrisa, una llamada de teléfono, animar a una persona, sufrir en silencio, tener
siempre palabras optimistas y otras tantas acciones hechas con amor. Estos son
los ejemplos de su espiritualidad. La acción más diminuta, hecha con amor, es
más importante que grandes acciones hechas para gloria personal. Teresa nos
invita a unirnos a su infancia espiritual, es decir, a su "caminito".
¿De dónde le viene a
Santa Teresita el sobrenombre de "La florecilla"?
A Santa Teresita le gustaba mucho la naturaleza y mediante ella
explicaba que la
Presencia Divina estaba en todas partes y que todo estaba
relacionado con el Amor de Dios. Teresita se veía como la florecilla de Jesús
porque era como una de las múltiples florecillas silvestres que se pueden
encontrar en el campo, que pasan desapercibidas para la gente, pero que crecen
dando gloria a Dios. Ésta es la forma en que ella se explicaba ante el Señor,
pero floreciendo donde Dios la había plantado.
Teresa pensaba que era como la flor más pequeña del bosque,
sobreviviendo y floreciendo a través de todas las estaciones del año. Por la
gracia de Dios, ella sabía que era más fuerte de lo que aparentaba. Siguiendo
la tradición Carmelita, Teresa veía al mundo como el jardín de Dios, y a cada
persona como un tipo de flor distinta.
http://webcatolicodejavier.org
Què bellas reflexiones sobre el caminito de su infancia espiritual, y las ROSAS, somos el jardìn de Dios. De ahora enadelante me esforzarè por ser una flor muy bella, que agrqade a Dios. Y le pido al espiritu Santo que me enseñe lo que tengo que hacer para ser esa flor,que nunca entristezca a su Creador.
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