Como cada lunes después de la Octava de Pascua, nuestra diócesis celebra a San Telmo, fraile dominico, S.XIII, palentino, misionero que reevangelizó nuestra tierra, que en el Valle Miñor se le atribuye el puente románico de la Ramallosa, que sigue resistiendo a las marejadas y riadas. Murió en Tui, con fama de santidad, cuyas reliquias se conservan en la Santa Iglesia Catedral, y es además patrono de navegantes y gentes del mar. En muchos puertos del mundo hispanoamericano y portugués hay capillas levantadas en su honor. Sus atributos son el hábito blanco de dominico con la capa y escapulario negro, una vela en la mano y un barco en la otra. Que su protección nos lleve a buen puerto en estos mares de la vida.
Jube
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