Virgen Santa del Carmelo
dulce Madre, dulce amor,
ven a escuchar a tus hijos,
que te imploran con fervor.
De la montaña florida
eres la flor más preciada,
del mar la perla irisada
de inapreciable valor.
Eres faro luminoso,
eres la estrella brillante
que conduce al navegante
al puerto de Salvación.
Yo también, Madre querida
tu amparo busco y tu guía,
nunca me faltes María.
Virgen Santa del Carmelo
dulce Madre, dulce amor.