1. Con María
nos tenemos que alegrar por lo qué creemos y en quién creemos. La fe
produce siempre ánimo, entusiasmo y valentía. La consagración, desde nuestro
Bautismo, nos une a Cristo. Sus frutos son impresionantes.
2. Con María
estamos llamados a la fidelidad. Acostumbrados a una realidad donde se
quebrantan constantemente compromisos adquiridos, nuestra consagración por la
fe, nos exige –de la mano de María- ser fieles a Cristo como Él mismo lo es con
nosotros.
3. Con
María, como tocados por la Unción del Bautismo, estamos empujados a
testimoniar, anunciar a Cristo. Luego, como segundo paso, acompañar. Hoy,
porque andamos escasos del factor tiempo es más fácil anunciar, predicar que acompañar. María, en ese sentido, se hizo
compañera de Cristo con todas las consecuencias.
4. Con
María, en mayo, asumimos un gran reto: el Evangelio es la norma de nuestra
vida. ¿Qué ocurre? No siempre es así. A veces corremos el riesgo de llevar
una fe saltamontes. Vamos de salto en salto y acogiendo de la Palabra lo que
nos conviene y ocultando aquello que nos interpela.
5. Con
María, en el Año de la Vida Consagrada, de Teresa de Jesús o de San Juan
Bosco, se nos invita a la confianza. Ella, María, supo mantener siempre las
antenas de su existencia hacia la Gracia. La desconfianza es fruto de la
debilidad espiritual.
6. Con María
estamos convocados a despertar en el crecimiento de nuestra fe. Ella,
María, fue una mujer sencilla pero lúcida en planteamientos. No buscó
justificaciones ni razonamientos institucionales. Ella, simplemente, estuvo
despierta para que nada ni nadie le distrajera de lo fundamental: colaborar en
la misión de Jesús.
7. Con María
entendemos que, la belleza suprema, es precisamente revestirnos de Dios.
Hoy el mundo promociona el valor de la estética superficial. ¿Es la persona más
feliz cuando se somete, una y otra vez, a operaciones externas pero no
interviene en la raíz profunda de sus entrañas? María nos enseña una cosmética
cristiana: las bienaventuranzas.
8. Con María
recuperamos el consuelo como una de las características de nuestro ser
cristiano. Ella, en Belén, recibió a Jesús pequeño. En los caminos de su
niñez y adolescencia le acompañó y, en el momento cumbre de la cruz, fue su
único consuelo en compañía del discípulo amado. ¿Somos consuelo y cercanía en
las situaciones de tantas cruces que nos rodean?
9. Con
María, en este mes de mayo y en este tiempo de Pascua, podemos ser reflejo o
ausencia de Dios. María, en el culto que le ofrecemos, nos recuerda que no
es diosa (aunque está junto a Dios), que no es redentora (aunque vivió muy de
cerca las horas de la redención), que no merece nuestra adoración (aunque la
veneramos como Madre). El reto de nuestro cristianismo, hoy y aquí, es ser
reflejo de lo que decimos llevar dentro. ¿O somos un espejo que sólo destella
nuestra imagen personal?
10. Con
María, y consagrados por el Bautismos, estamos tocados por la generosidad y el
desprendimiento. Jesús, teniéndolo todo, lo dio todo. Es fácil despojarnos
de las cosas pero, las personas, a veces necesitan nuestro calor, nuestra
palabra, nuestro tiempo o nuestro consejo. Es más fácil desprenderse de un euro
que de una hora de dedicación a alguien. La vida de la Virgen fue una constante
y permanente dedicación.
11. Con
María damos gracias a Dios porque, ha sido Él, quien nos ha llamado. Cuando
a alguien se le llama, responde, sale, se desinstala del lugar donde habitaba
(aunque sea momentáneamente), está en permanente éxodo (Papa Francisco). María
se descentró de lo suyo para con un “sí” centrarse en las cosas de Dios.
12. Con
María Virgen, en este mes de mayo, recuperamos elementos esenciales y
fructíferos para nuestra fe: la contemplación, la acción de gracias, peregrinación
a un santuario, la visita al Santísimo, el rezo del rosario, el ejercicio de
las flores (cada día un buen propósito), la obra de caridad, la misa de cada
día, la oración personal y comunitaria, el valor sagrado del domingo. Que Ella
nos haga vivir, aún con más ímpetu, los días santos de la Pascua.
¡FELIZ MES DE MAYO CON
MARÍA VIRGEN!
http://www.javierleoz.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.