Enséñame, Oh María Auxiliadora,
a ser dulce y bueno en todos los acontecimientos de mi vida;
en los desengaños, en el descuido de otros,
en la falta de sinceridad de aquellos en quienes creí,
en la deslealtad de aquellos en quienes confié.
Ayúdame a olvidarme de mí mismo
para pensar en la felicidad de otros;
a ocultar mis pequeños sufrimientos
de tal modo que sea yo el único que los padezca.
Enséñame a sacar provecho de ellos,
a usarlos de tal modo que me suavicen,
no me endurezcan ni me amarguen;
que me hagan paciente y no irritable;
que me hagan amplio en mi clemencia y no estrecho y despótico.
Que nadie sea menos bueno, menos sincero,
menos amable, menos noble,
menos santo por haber sido mi compañero de viaje
en el camino hacia la vida eterna.
Amén.
Bajo tu amparo nos refugiamos Santa Madre de Dios,
no desatiendas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo mal y peligro,
oh Virgen gloriosa y bendita.
Ayúdame a olvidarme de mí mismo
ResponderEliminarpara pensar en la felicidad de otros;
a ocultar mis pequeños sufrimientos
de tal modo que sea yo el único que los padezca.
ES UNA BUENA ORACIÓN QUE NOS DEBE HACER PENSAR EN NUESTRA RECTITUD DE INTENCIÓN.
SOLO POR ELLA Y PARA ELLA, Y POR ELLA AL SEÑOR Y A LOS HERMANOS, SIN MIEDO A DARNOS.
QUE LA VIRGEN DE LA CELA-TAMBIÉN MARÍA AUXILIADORA- TE COLME DE SUS BENDICIONES PARA SERLE SIEMPRE FIEL A SUS DESEOS.
El día 4 de junio este blog habrá llegado a los tres millones de visitas. Lo digo como profeta a veces fracasado.
ResponderEliminarPero si así sucediese, prometo una visita a la Virgen de la Cela en acción de gracias, por la alegría de ver un blog de pueblo que vale más que muchísimos de ciudad.
Mil gracias, Sandra. Que María Auxiliadora te acompañe, nos acompañe siempre en el camino de la vida. "Ella sí lo ha hecho todo"
ResponderEliminarMuchas gracias. Gracias por ser tan buena compañera y por mostrarme con tus actos el amor que sientes a Nuestra Madre y que nos transmites. Un besiño muy fuerte.
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