Adora, alma mía, la gloria de tu Señor,
el Padre de la
gran Poesía, tan lleno de bondad.
Él fortificó mi juventud con ritmo
admirado,
mi canto, en yunque de roble, ha forjado.
Resuena, alma mía, con
la gloria de tu Señor,
Hacedor del Saber angelical, benévolo
Hacedor.
Apuro hasta los bordes la copa de vino, con gratitud,
en Tu
fiesta celestial –cual un siervo orante–,
porque embelesaste extrañamente mi
juventud,
porque de un tronco de tilo tallaste una forma rozagante.
¡Tú
eres el Maravilloso,
el Escultor de santos tallados!
– Por mi camino hay
muchos abedules y robles numerosos.
– Soy como un surco soleado, un campo
sembrado,
como una arista joven y brusca de los Tatras rocosos.
Bendigo Tu
sementera, en Oriente y en Occidente,
¡siembra, Labrador, tu tierra, con
generosidad!
Que, por la nostalgia y la vida, la juventud incipiente
se
vuelva un fecundo trigal, una luminosa ciudad.
Que te adore la felicidad, el
misterio grandioso,
me hinchaste tanto el pecho con la voz
cantante,
permitiste en el azul hundir mi pobre rostro
y mandaste a mis
cuerdas melodías incesantes.
Porque en esta melodía,
como Cristo has
aparecido.
Mira delante –Eslavo– las luces sanjuaneras...
El santo roble
no perdió las hojas, tu rey sigue vivo,
porque es amo de su pueblo y
sacerdote, y así era.
Adora al Señor, alma mía, por la corazonada
sigilosa,
por la primavera que entona los sentimientos góticos,
por la
juventud ardiente, la copa de alegrías gozosas,
por el otoño similar a
rastrojos y brezos melancólicos.
¡Adóralo por la poesía;
por la alegría y el
dolor!
La alegría de dominar el azul y el oro, la eterna morada,
porque en
palabras se encarne el gozo, el gran ardor,
porque recoges esta madurez, esta
cosecha segada.
El dolor es la tristeza vespertina de expresiones
inefables,
cuando con el éxtasis ondeante nos abraza la Belleza,
Dios se
inclina hacia el arpa –mas el rayo se quiebra
en la vertiente rocosa–, las
palabras no tienen fuerza.
Faltan las palabras. Soy como un Ángel
caído,
una figura en un pedregal, en un pedestal de mármol;
Tú le
insuflaste nostalgia a la figura y brazos esculpidos,
por eso se alza, desea.
De estos ángeles soy.
Y aún Te adoraré, porque en Ti está la
hospitalidad,
premio por cada canto, el día de la idea santa
y la alegría
–vuelta canto del himno a la maternidad,
y la palabra silenciosa de
fidelidad–. ¡Elí más cabal!
Sé bendito, Padre, por la tristeza del
ángel,
por la lucha del canto contra la mentira, combate inspirado del
alma
y aniquila en nosotros toda la mezquindad de la palabra,
quebrántala,
y la forma, como a un hombre mentecato que se jacta.
Ando por tus caminos
–yo, el trovador eslavo–.
En solsticios toco música a muchachas y
peones,
pero el canto de mi oración, con tonos modulados,
lo arrojo a Ti
Único, a Ti en el trono de roble.
¡Sea bendito el cantar entre los
cantares!
¡De mi alma y de la luz, benditos sean los sembrados!
¡Adora,
alma mía, a Él, quien cubrió con creces
mi espalda con el terciopelo y el
raso de los potentados!
Bendito tallador de santos, eslavo y
profeta,
–apiádate de mí– soy recaudador de impuestos inspirado.
Adóralo,
alma mía, con canto, cercana es la meta,
para que el himno quede sonoro y
consumado.
Y que el himno sea: ¡Poesía! ¡Poesía!
La semilla añora como el
alma que sufre brechas,
mis caminos sean sombreados de robles y
acacias,
para que agraden a Dios las juveniles cosechas.
¡Libro Eslavo de
Añoranzas! Al final sigue resonante,
como de coros de Resurrección, la
primaveral música,
con el canto santo y virgen, con la poesía
prosternante
y con el himno de humanidad, el Divino Magníficat.
Una gran alegría me ha dado hoy el blog católico de Santa María de Baredo, al ver que se han superado los 2.802.000 visitas. No me he engañado al escribirlas. (dos millones ochocientas dos mil visitas). Un blog de un pueblecito de la Provincia de Pontevedra llamado BAREDO, que es una revelación por la constancia de la persona que lo edita y trabaja para bien de las almas. Se ve que es en especial para ayuda de sacerdotes, catequistas, padres de familia y todos aquellos que de buena voluntad quieran buscar diversos temas referentes a lo "católico", porque veo que otra cosa no se encuentra. El blog presente lleva a realidad lo que decía S. Josemaría: Hay que ahogar en bien la abundancia de mal.
ResponderEliminarSi por Internet se encuentran tantas porquerías, blasfemias y obscenidades, que avergüenzan la sensibilidad de un cristiano que se precie, este blog es un bálsamo para el que busca ayuda para la catequesis, como otros temas que ayudan y animan a ser cristianos de verdad, sin miedo al qué dirán.
Quizás, aunque haya a veces personas, que debían reconocer las cosas buenas y manifestarse a favor abiertamente, no lo hacen, esto no es obstáculo para que contra viento y marea, quien hace este blog, continúe con toda elegancia trabajando en bien de los demás.
Felicidades y adelante por los tres millones de visitas, que llegaran en breve, y que será señal de que continúa vivo a pesar de las incomprensiones.
Que la Virgen de la Cela, la MADRE MÍA, que así le llaman en esta tierra, la ayude y premie todo su esfuerzo y constancia por seguir adelante. FELICIDADES, Y QUE NO DECAIGA EL ÁNIMO!!!
Aunque a más de un envidioso le podrá molestar, que no sea obstáculo para continuar con alegría desbordante.
Pido a Dios que se reconozca un trabajo que requiere tiempo, esfuerzo y hasta horas de sueño, y entrando en él, lo difundamos entre los amigos y conocidos. Un bloguero admirador, porque este blog es un ejemplo.
Pues precisamente esta es una época en la que me siento baja de ánimo. Una época donde el seguir cuesta más que otros días.
EliminarGracias porque sé que tus palabras son sinceras y sin tu constante apoyo, este blog ya no existiría.
Gracias por estar siempre ahí.
Gracias, una vez más por enseñarme que a pesar de las piedras que se reciben, Él y Ella son lo verdaderamente importante. Todo por Él y Ella. Todo para Él y Ella.