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28 may 2015

Oración Santísima Trinidad

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¡QUIÉN TE DESCUBRIERA, MI DIOS!

Tan Único y, a la vez tan distinto
como Padre, Hijo y Espíritu Santo
pero, sabiendo que el AMOR,
puede interpretar tan gran secreto.
Eres el Dios con nosotros y, todavía,
andamos empeñados en caminar solos
en creer y vivir incomunicados
en amarnos, más a nosotros mismos,
que disfrutar dándonos a los demás.

¡QUIÉN TE DESCUBRIERA, MI DIOS!
Como Alguien que no alcanzo a entender
pero, como Alguien, que vive conmigo
que se ofrece en un misterio de Tres personas
que habla con la fuerza y la autoridad del Padre
que ama con las manos y el cuerpo del Hijo
que quema con el fuego del Espíritu Santo.

¡QUIÉN TE DESCUBRIERA, MI DIOS!
Como Dios verdadero, único e indiviso,
como Dios futuro,
pero presente en nuestras tribulaciones.
Como Dios familia, y llamándonos a la comunión.
Como Dios que busca la unión, y no la dispersión.

¡GRACIAS, SEÑOR!
No eres un Dios solitario.
No eres un Dios cerrado.
No eres un Dios independiente.

¡GRACIAS, SEÑOR!
Porque, en tu intimidad,
sabes desplegarte en tres personas tan distintas
pero en un mismo Dios verdadero.

¡GRACIAS, SEÑOR!


Javier Leoz

25 may 2015

Recursos catequesis Santísima Trinidad

Explicación sencilla sobre la Santísima Trinidad:


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Fuente: sobrecatequesis

Pasatiempos Santísima Trinidad:



Colorea dibujos de Fano de la Santísima Trinidad:




Trinidad: “uno para todos. .. 
para que todos seamos uno"


 

 Trinidad: el mejor equipo para el mundo

Las alas del Espíritu Santo



Dame, Espíritu Santo, tus alas de SABIDURÍA.
Para apreciar, no tanto las letras con las que se es poderoso en la tierra, cuanto el deseo de ver a Dios en las pequeñas cosas de cada jornada. No es sabio quien sabe sino aquel, que es consciente de que sabe poco.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de INTELIGENCIA.
Para que pueda descubrir tantos secretos escondidos que, aparentemente, son inapreciables a mi vista. Que te vea en lo invisible.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de CONSEJO.
Para que pueda conducir lo que digo y hago, lo que me dicen y lo que me hacen, hacia la voluntad de Dios. Que no me equivoque ni equivoque.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de FORTALEZA.
Para que, en las dificultades en el vuelo de mi existencia cristiana, me sienta protegido y arropado por la mano poderosa de Dios.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de CIENCIA.
Para no anteponer la fe a la cultura, para iluminar los acontecimientos del mundo con la transparencia de la fe. Que no me acobarde cuando no me entiendan ni comprendan mis planteamientos cristianos.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de PIEDAD.
Para que nunca me olvide del Señor que habita en el cielo y, por otro lado, para que no viva de espaldas a los sufrimientos de los que viven en la tierra.

Dame, Espíritu Santo, tus alas de TEMOR DE DIOS.
Para que pueda huir de mi vanidad y egocentrismo y, en cambio, sepa valorar la presencia de un Dios que -al final de mis días- me espera. Que, sabiendo que Dios me aguarda, camine en la tierra con la sensación de que no puedo permitir aquello que me distancia de Él.


P. Javier Leoz