BAJAS, SEÑOR
A nuestros pies; para, con tus manos,
decirnos que el camino del servicio
es el preferido y el más privilegiado
para encontrarnos con Dios.
A nuestros corazones; para con tus palabras
infundirnos valor en la lucha
constancia en las obras
alegría en la generosidad
y audacia en nuestros senderos.
BAJAS, SEÑOR
A nuestras manos; para con las tuyas
darles fuerza y decisión
apertura sin fronteras y desprendimiento
ternura, comprensión y afabilidad
acogida, perdón y reconciliación.
BAJAS, SEÑOR
A nuestros ojos; para darles luz y claridad
horizontes despiertos y evangelio vivo
visión de los nuevos cristos a los que servir
y, los nazarenos rotos, a los cuales recomponer.
BAJAS, SEÑOR
A nuestra mesa; para dejarnos la Eucaristía
y, con ella, quedarte con nosotros para siempre.
Para ser fuerza en la debilidad
alimento en la escasez
y fraternidad en la división.
BAJAS, SEÑOR
A nuestros sacerdotes; para hacerte presente
con tu Cuerpo y tu Sangre en el pan y en el vino.
Para perdonarnos cuando nuestra vida se desvía
consolarnos en nuestras soledades
animarnos con la firmeza de tu Palabra
y dirigirnos al cielo más allá de esta tierra.
BAJAS, SEÑOR, EN JUEVES SANTO
A nuestros pies y a nuestras manos,
a nuestros sacerdotes y a nuestras mesas
a nuestros desencuentros con tus amores
y nuestras traiciones con tu mejilla siempre dispuesta.
BAJAS, SEÑOR, EN JUEVES SANTO
A nuestras manos cuando se cierran
y a nuestros hombros cuando se pliegan.
A nuestros ojos cuando no quieren ver
y a nuestros corazones cuando se envilecen.
A nuestros caminos cuando a Ti ya no conducen
y a nuestras entrañas cuando en Ti ya no piensan.
BAJAS, SEÑOR, EN JUEVES SANTO
Haz que nosotros, descendiendo Tú tanto,
no dejemos de ascender hasta el lugar donde Tú habitas.
Amén
Javier Leoz
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