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3 feb 2014

Reflexión: Fruto de la hospitalidad



Un gesto de hospitalidad ayudó a resolver un caso insoluble de matemáticas. Era un árabe del desierto, que tenía diecisiete camellos y tres hijos: Hasán, Hasín y Hasún. Cuando ya estaba para morir les dijo: «Riqueza suya son los camellos. Cuando yo muera los repartirán así: la mitad para Hasán, la tercera parte para Hasín y la novena parte para Hasún». Aceptaron a gusto y al día siguiente el padre murió.

Se pusieron a deliberar y no había manera de solucionarlo. La mitad de diecisiete eran ocho y medio. ¿Habría que matar un camello y quedarse con la mitad? Y lo mismo pasaba con la tercera y la novena parte. Entonces llegó un beduino montado en un viejo camello, pidiendo hospitalidad. Se la dieron y les ayudó a resolver el problema. Les dio su camello para que se repartieran los dieciocho. Hasán tomó la mitad, nueve; Hasín la tercera parte, seis, y Hasún la novena, dos. 9+6+2=17. Y al día siguiente marchó el beduino con su viejo camello que había sobrado. De la hospitalidad había salido la solución.


Autor:  Padre Justo López Melús

Fuente: blogcatolicogotitasespirituales

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