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15 nov 2013

¿Cómo comportarse ante la muerte de un ser querido?


 
(PROTOCOLO CRISTIANO DE ACTUACIÓN)



Este mes presenta la mejor ocasión para dejar claros algunos comportamientos en los que, con frecuencia, incluso los cristianos mejor formados no lo hacen bien, ni son “ejemplares”.
A continuación va el “cómo hacer las cosas como Dios manda”.


1. Cuando un ser querido está enfermo de gravedad, si no se hizo ya antes, hay que avisar de esa situación a un sacerdote.
 
Porque hay que atender a su salud física y darle también como creyente los necesarios auxilios espirituales. Mentir luego, en las esquelas, presumiendo de que se le han dado los Sacramentos y la Bendición A de SS, es burla e hipocresía…




2. Cuando ya ha fallecido el familiar, debemos notificarlo a la Parroquia a la que pertenecía, aunque no se vayan a celebrarse en ella las exequias y el funeral.



3. El lugar propio para la celebración del Funeral es la parroquia en donde vivió o a la que habitualmente acudía el finado.




Y toda familia cristiana debe saber que los Tanatorios son lugares aptos solo para el duelo, pero no son el lugar adecuado para celebrar el funeral de los verdaderos católicos.
 

4. Se debe saber también que, en todas las parroquias de Vigo y en otras zonas de la Diócesis los sacerdotes han acordado:


NO CELEBRAR FUNERALES EN NINGUN FESTIVO NI EN SABADO POR LA TARDE.



Porque en algunos días festivos y sus vísperas, la liturgia de la Iglesia permite o prohíbe celebrar funerales; así en ningún caso se da ni siquiera la apariencia de favoritismos…

5. Una vez que se celebraron las exequias y el funeral, y quizá alguna misa más por necesidad pastoral, pueden aplicarse por el difunto las


Misas ordinarias que se deseen (novenarios, etc.), pero ya no debe hacerse ninguna eucaristía de especial solemnidad hasta que sea el primer Aniversario.

Ese sí que debiera celebrarse con la misma solemnidad que el Funeral.
 



6. Hemos de esforzarnos por lograr que los TANATORIOS dejen de ser lugares de culto. Son empresas que prestan magníficos servicios ayudando a cumplir bien con el deber de dar sepultura a los muertos, pero no pueden sustituir lo que están llamadas a hacer las parroquias.
 

La Parroquia es la casa común de la vida y de la muerte del cristiano.



Por eso en los tanatorios nunca es obligatorio ni debe pedirse la celebración de misas, salvo en casos muy especiales:



un abandonado en la calle y sin familia, un turista extranjero, un desconocido asesinado… La comodidad o el deseo de acabar cuanto antes –si no fueron criterio de conducta cuando aún vivía el ser querido-, tampoco deben serlo cuando ya se ha muerto. A no ser que se actúe en coherencia con el aprecio que se le tenía…

7. Es bueno que los cristianos mejor formados viváis estas actitudes y convicciones y las difundáis entre los familiares.


Y, por favor, no compliquéis a vuestros sacerdotes amigos pidiéndoles que vayan a hacer para vosotros lo que no es correcto hacer en ningún caso.


Así que como veis,


el que otros lo hagan, no significa que esté bien hecho…
 
Otros
 
(Alberto Cuevas)

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