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15 oct 2013

Reflexión: Toma el timón de tu vida

 "Mirada"
 
¿Te das cuenta de que la vida es como el mar?

Hay días que son azules y tranquilos,
con las aguas acogedoras, deliciosas.

Otros días son nublados, con grandes
tempestades, aunque cuando parece
que el océano te va a devorar, nace
un nuevo día lleno de sol y calor.

Navegamos en medio de este océano.
Somos lanchitas pequeñas, pero grandiosas.
Cada lancha tiene su timón.
En ti está tomar hoy mismo el timón de tu vida.

¿Sabes, por la gracia de Dios, el rumbo que deseas seguir?

¿Sabes que para llegar a tu meta tendrás que atravesar
como todos grandes tormentas de todo tipo:
pasionales, depresivas, morales, económicas?

Sin embargo, tienes el timón en tus manos.
Como todo marinero, debes saber manejar el timón.

En el orden material, cuando tenemos un tremendo
dolor de cabeza, nos produce tristeza, depresión, etc.
Nuestro barquito empieza a ladearse por un simple dolor.

Tomamos un medicamento y enderezamos el barco.
Volvemos a sentir la salud normal que nos lleva
a equilibrados en lo físico.

Diariamente tenemos que ir gobernando el timón;
debemos tomar determinaciones, decisiones,
para enderezar nuestra vida.

En el orden moral, nos topamos con amistades
que nos arrastran a cosas no convenientes
de diferentes tipos: conversaciones que dañan
nuestra mente tranquila, ideas negativas
para nuestro diario vivir.

Hay que tomar el timón de nuestra nave
y no dejar que nos aparten del equilibrio
moral y espiritual.

Tendrás que tomar decisiones.
Tómalas con la seguridad de que nada
te aparte de tu camino, de tu meta.

Cometemos errores y de ahí vienen nuestras
depresiones y nuestra agresividad.

Cuando encuentres en tu vida gente
agresiva y que solo ve lo negativo
de los demás, discúlpalas, perdónales
de antemano. Son personas que no han
sabido llevar el timón de su vida.
Se han apartado del camino de la bondad,
de la alegría y del amor, que es para
lo cual hemos sido creados.

Pero tú toma el timón de tu nave.
De ti depende la felicidad, solo de ti.
Vive intensamente el momento presente.

Concentra todo tu ser en lo que haces             
y no temas al futuro.
 
El faro de Dios te cuida y te protege siempre.
 

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