Páginas

25 ago 2013

Gracias por enseñarme a conocer a Dios

Buen Amigo
 
Siempre es buen momento de tener
un recuerdo agradecido...

Son muchos quienes a lo largo del tiempo
han dejado su huella en ti.

Experiencias sobre las que puedes
recordar nombres.

Quizá algunos te hayan lanzado
a una aventura para sacar algo de ti
y despertar tu "yo dormido",
conseguir aquello que te parecía imposible,
cambiar, crecer y madurar.

Descubrir en ti las huellas de "otros amigos"
encontrados a lo largo del camino,
todo esto es motivo de alegría y gratitud.
 
Es motivo de gratitud el que hayas
podido experimentar a Dios, creer en la vida
y en tu capacidad de encuentro,
creer que alguien haya podido ayudarte
a descubrir lo mejor que existe dentro de ti.

Agradece a:
Aquellos que desde su manera de ser,
te ayudaron a ser más humano, más sencillo,
más sensible a las cosas de Dios.

Aquel que inesperado y oportuno
supo escucharte comprensivo.

Aquellos con quienes compartiste
tus ratos de juego.

Aquel que te ayuda
a develar tu riqueza interior.

Aquel que con su gran bondad
te hizo ser sencillo.

Aquel que descubriste un día
y "se quedó en ti".

Aquel que corrigiéndote con cariño
te hizo caminar.

Aquel que con su vida incansable
te animó a luchar.

Aquel que sin cansancio
siempre espera lo mejor de ti.

Aquel que te exigía siempre
haciéndote crecer en la grandeza.

Aquel que te hace sentir importante
cuando necesita de ti.

Aquel que estando lejos
            lo sentiste cerca.

Aquel que con su desacuerdo
te hace descubrir tu verdad.

Aquel que sabes que te quiere
y siempre te espera.

Aquel que siempre te anima
a ver lo positivo.

Aquel que te quiere como eres
 animándote a crecer.

Aquel que con su necesidad de ti
hizo que te sintieras "único".

Aquellos que con su experiencia interior
 
te ayudaron a conocer a Dios...
 
Para ti:
 

3 comentarios:

  1. Al leer este precioso artículo, me venía a la mente el punto Nº 1 de Camino. Te lo copio porque es muy interesante:

    Que tu vida no sea una vida estéril. —Sé útil. —Deja poso. —Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. —Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón.
    Después de leer ese punto, pienso que estás con ese blog dejando una estela que ayuda a otros. No te canses. Un amigo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Bonito artículo!. Siempre es bueno saber ser agradecido.
    Hay huellas que son difícil de olvidar cuando tienes al lado esa persona que lo comparte todo y que sé desvive por hacerte cada día más feliz,y que sólo desea lo mejor para ti.Ese ser del que puedo hablar con orgullo era muy creyente me transmitió buenos sentimientos me enseñó a amar la vida y sobre todo que los dos amábamos a Cristo con la misma ilusión y gratitud. Creo que cuando quieres a alguien lo quieres por lo que es con sus virtudes y defectos,pero sobre todo por sus cualidades tan positivas y humanas que tenemos y que dando amor siempre recibirás cosas buenas,y que todo eso nos ayuda a crecer. Hoy ese ser del que hablo está tan lejos de mi,pero yo lo seguiré sintiendo tan cerca porque lo fue todo para mi,tenía un gran corazón,y era muy solidario con los demás,su mayor virtud era ayudar a todo quien le pedía ayuda,nunca supo decir no.Era único y muy especial.
    Su generosidad lo hizo grande,y descansa en la paz del Señor.
    ¡Doy gracias a Dios por haber compartido mi vida con él!.Gracias por publicar mi comentario.Que Dios le bendiga.

    ResponderEliminar

Si quieres comentar no tengas inconveniente. Solo te ruego que seas educado y no uses nunca palabras soeces ni injuriosas. En caso contrario tendría que anularlo a continuación. Muy agradecido.