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12 abr 2013

Oración Tercer Domingo de Pascua: ¡ES EL SEÑOR!



 
La oscuridad, se convierte en luz.
La esterilidad, en fruto abundante.
La apatía, en dinamismo.
La vergüenza, en valentía apostólica.

¿No lo veis? ¿No lo sentís?
¡Es el Señor!
Y, a su voz, decimos que ¡SÍ!
Que merece la pena intentarlo de nuevo.
Que echaremos las redes en su nombre.
Que, incluso con cansancio,
nos lanzaremos aún a riesgo
de perder algo nuestro, por el camino.

¡Es el Señor!
Y, cuando sale a nuestro encuentro,
es porque quiere que compartamos su vida.
Y, cuando anochece en nuestros afanes,
el Señor, desde la otra orilla,
nos brinda la fuerza necesaria
para que no nos ahogue la desesperanza.

¡Es el Señor!
Cuando amanece con el Señor,
todo cambia de color:
el cansancio desaparece,
la mala suerte termina,
el esfuerzo inútil da lugar al trabajo fecundo.

¡Es el Señor!
Y, cuando uno cree en Él,
en silencio cree en Él, espera en Él y ama en Él.
Y, cuando uno cree en Él,
como Pedro, los ojos se ponen en Él,
las alabanzas, los pies en la tierra
y la barca dejada en Él.

¡Es el Señor!
Y, cuando uno ama como Juan
los labios se atreven a pronunciar
lo que el corazón siente y la fe anima:
¡ES EL SEÑOR!

Padre J.Leoz

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