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1 ago 2012

Haz lento mi paso, Señor...


Haz lento mi paso, Señor... Alivia el latido de mi corazón mediante la quietud de mi mente. Dame calma y tranquilidad en medio de la confusión de mi día.

Atenúa la tensión de mis nervios y músculos, con la música suavizadora de las corrientes musicales que viven en mi memoria.

Ayúdame a conocer el poder restaurador del descanso en Tu presencia.

Enséñame el arte de tomar vacaciones de un minuto, para poder detenerme a mirar una flor, conversar con un amigo, acariciar un gato o leer unas pocas líneas de un buen libro.

Recuérdame cada día la fábula de la liebre y la tortuga para que pueda saber que la carrera no siempre la gana el más veloz, para tener presente que la vida es más que correr cada día más.

Haz que mire hacia arriba a las ramas del imponente roble y que sepa que creció grande y fuerte, porque creció lentamente y bien dirigido por tu sabiduría.

Haz lento mi paso e inspírame para que dirija mis raíces a las profundidades de los valores perdurables de la vida. Para que pueda alcanzar la felicidad en esta vida, preámbulo de la que tendré en el cielo.

En este mundo agitado, recordemos quién es la paz en medio de la tormenta y la quietud en medio del bullicio.


"Si las ocupaciones te impiden orar,

estás más ocupado de lo que te conviene..."

Madre Teresa de Calcuta

  
“Señor ¿A quién tengo en los cielos sino a Ti? Y fuera de Ti, nada deseo en la tierra”. Salmo 73:25



"Enséñame el arte de tomar vacaciones de un minuto, para poder detenerme a mirar una flor". Me ha gustado.
A veces no tenemos- eso decimos- ni tiempo para respirar y nos obcecamos con prisas que no llegan a nada y que son las más de las veces estériles. Un minuto en la buena dirección es como el barco que endereza su ruta, porque el piloto se entretuvo con el paso de los delfines, y una ola en el costado le hace ver que va a las rompientes.


Por eso esa advertencia: "Si las ocupaciones te impiden orar, estás más ocupado de lo que te conviene.."


Muy bien por recordarnos que hay caminar -navegar- vigilando el timón. No olvidemos que estamos en puerto de mar y alrededor hay muchos vecinos que son marineros y lo entienden.

FRANJA

1 comentario:

  1. "Enséñame el arte de tomar vacaciones de un minuto, para poder detenerme a mirar una flor". Me ha gustado.
    A veces no tenemos- eso decimos- ni tiempo para respirar y nos obcecamos con prisas que no llegan a nada y que son las más de las veces estériles. Un minuto en la buena dirección es como el barco que endereza su ruta, porque el piloto se entretuvo con el paso de los delfines, y una ola en el costado le hace ver que va a las rompientes.
    Por eso esa advertencia: "Si las ocupaciones te impiden orar, estás más ocupado de lo que te conviene.."
    Muy bien por recordarnos que hay caminar -navegar- vigilando el timón. No olvidemos que estamos en puerto de mar y alrededor hay muchos vecinos que son marineros y lo entienden.

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