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31 ago 2014

¿Por qué necesitamos leer la Biblia? ¿Qué tiene de bueno? - El canasto de agua

Cuenta la historia de un anciano que vivía en una granja en las montañas de Mendoza con su joven nieto.
Cada mañana, el abuelo y su nieto se sentaban a la mesa de la cocina para leer la vieja y estropeada Biblia.
Un día el nieto le preguntó: - Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta mucho pero no la entiendo y lo poco que logro entender se me olvida enseguida. ¿Por qué necesitamos leer la Biblia? ¿Qué tiene de bueno?

El abuelo que escuchaba, mientras echaba carbón en la estufa, respondió: 
- Querido hijo, toma el canasto de carbón ve al río y tráemelo lleno de agua.
El nieto obedeció a su abuelo, aunque toda el agua se perdió antes de que él pudiera volver a la casa.
El abuelo se rió y dijo: - Tendrás que caminar más rápido y lo envió nuevamente al río con el canasto del carbón para hacer un nuevo intento.
Esta vez el niño corrió todo lo que pudo, pero de nuevo el canasto estaba vacío antes de que llegara a la casa.

Casi sin respiración, le dijo a su abuelo: - Llevar agua en un canasto de carbón es imposible, nunca lo lograré. Si tú quieres que traiga agua iré con otro tipo de recipiente.
Pero el anciano dijo: - Es que yo no quiero un recipiente de agua, quiero un canasto de agua.

- Tú puedes lograrlo, trata de ir más rápido y lo conseguirás.

El anciano salió, para ver lo que hacía su nieto. El niño sabía que era imposible, pero quería demostrar a su abuelo que aún cuando corriese tan rápido como podía, el agua se saldría antes de que llegase a la casa.

Al llegar de nuevo con el canasto vacío, dijo: - ¡Mira abuelo, es inútil!
- ¿Por qué piensas que es inútil? Le preguntó el anciano. Mira dentro del canasto, ¿no ves algo diferente? El niño miró el canasto y no vio nada especial, pero de pronto se dio cuenta de que en lugar de estar sucio y lleno de restos de carbón, estaba muy limpio.
-Hijo, le dijo el abuelo, esto es lo que pasa cuando tu lees la Biblia, tal vez no puedes entender o recordarlo todo, pero a medida que la vas leyendo te limpia por dentro.
“Ésa es la obra de Dios en nuestra vida. Para transformar nuestro interior, debe lavarnos lenta y constantemente hasta producir una limpieza, que le permita obrar sin ningún tipo de obstáculos”
Fuente: reflexionesparaelalma

Envía tus peticiones y agradecimientos a "El Pozo de los Deseos de Santa Rosa de Lima"


Los devotos de Santa Rosa van dejando sus cartas con sus peticiones y con sus agradecimientos en el Pozo de los Deseos.


¿Tienes algo en especial que pedirle a Rosa? 

Con gusto enviarán tus pedido a su Santuario en Lima - Perú, donde será depositado en el pozo de dicho recinto.

Envíales tu petición a  santarosa.correo@gmail.com

El pozo de Santa Rosa se encuentra en el que fuera su hogar, hoy Santuario de nuestra santa.

Esta imagen nos remite al momento en que Rosa arrojó en el pozo la llave del candado de una cadena que se puso en la cintura a modo de silicio, para hacer perpetua penitencia por los pecadores.

Poco después de fallecida, al crecer el número de milagros y gracias que la gente obtenía por su intercesión, un número cada vez mas grande de personas empezó a echar cartas en dicho pozo, confiando en que su protectora recibiría la celestial correspondencia, cosa que se ha verificado con el transcurso de los siglos. Millones de personas dan fe de las gracias, tanto espirituales como materiales que Rosa brinda, si ésta está en los planes de la Providencia divina. 



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Santuario de Santa Rosa de Lima

Fuente: visitalima.pe

http://www.arzobispadodelima.org/

Meditaciones de Santa Rosa de Lima


Amor a Dios, la fuente de su vida plena 

"Ah mi Dios si yo te amara, ah, si te amara, mi Dios,y amándote me quedara ardiendo en llamas de amor. ¿Cómo te amaré Dios mío, cómo te amaré Señor, siendo yo tu criatura, siendo Tú mi creador…?'" 

"Las 12 son dadas, mi amante no viene ¿quién será la dichosa que lo entretiene? ¡Ay de mí!, a mi amante ¿quién le suspende? Ya llega el mediodía y no aparece. Mientras en otra parte sin mí lo pasa, Corazón, alma y vida se me desmayan…"

“Señor mío y Dios mío! ¿cómo es posible que haya quien que deje de amaros?... Pero yo, mi buen Jesús, ¿cuándo comenzaré a amaros como merecéis?... ¡Ay de mí, y qué lejos estoy de aquel amor perfecto, íntimo, robustísimo que os debo! ¡Oh, cómo me avergüenza mi tibieza! ¿De qué me sirve este corazón que tengo?, para qué lo quiero si hasta ahora no se ha reducido a cenizas al fuego de tu amor...”



Amor a la Eucaristía

Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado.

Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe.

“Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí!, han de hacer después a mi dulce Jesús”.

Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.


Amor a la Virgen, nuestra Madre

Visitaba de ordinario la imagen de Nuestra Señora del Rosario de la Basílica de Santo Domingo, donde hoy en día veneramos sus reliquias. Ante ella tuvo lo que en teología mística se denomina el desposorio místico.

Le componía “vestidos espirituales” “tejidos” con sus oraciones y sacrificios.


A su ángel custodio

Con él tuvo una relación cotidiana, le hacía favores espirituales y materiales.

“Ángel de mi guarda, vuela y dile a mi Dios que porqué se tarda...”

"Joven celestial, vuela al Creador, dile que sin vida ya viviendo estoy diles de mis ansias el grande rigor pues vive el que espera y me muero yo. Ruégale que venga hacia mí veloz, y muéstreme su rostro que muero de amor".


A los sacerdotes les decía

"Recuerden siempre que mi Señor los ha llamado para ser pescadores de hombres. Suelten y extiendan anchurosamente las redes del Evangelio…".

Llevada por su amor a Cristo sacerdote quiso ella misma adoptar un niño, recién nacido y abandonado, decidida a sustentarlo con sus trabajos y limosnas y suplicarle por su amor de madre que se consagrara a la predicación.

Lo bello habla de Dios

Rosa tejía y bordaba hermosamente. Tenía una muy bonita y bien timbrada voz y decía “quitarme a mí el cantar es quitarme el comer”. Solía cantar muchas alabanzas a Dios. Su hermano Hernando le preguntó:-“¿Quién te enseña tantos cantaritos, hermana?” A lo que respondió: “Hermano, como hay tanto que decir de nuestro Buen Padre, se ofrecen con facilidad sus alabanzas”.



La Visión de los arcos...

"Porque entonces no le veía como otras veces de lado, ni sólo se manifestaba cabeza y pecho sino que le contemplaba derechamente, cara a cara, de la cabeza hasta los pies. Saliendo de la Humanidad de Jesucristo sentí que llegaban hasta el fondo de mi alma llamas inexplicables de gloria, de suerte que pude pensar que estaba ya totalmente libre de las prisiones de esta carne corruptible y trasladada a los goces de la fruición eterna".


Caridad concreta en el servicio

"No tenga miedo -le decía su madre- de que manche mis vestidos con las llagas de los pobres, que más feamente mancharon el rostro de Jesús. Cuando servimos a los enfermos, a Jesús servimos".


Apostolado, espíritu misionero ¡salvar almas!

Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero. “Oh, quien fuese varón - decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”.



Jaculatorias favoritas:

Jesús, Jesús sea conmigo.... 
¡Gracias a Dios! 
Alabado sea el Santísimo Sacramento. 
Amemos mucho a Dios, a Dios amemos, Amor es Dios, Dios es Amor.

Fuente: blogcatolicogotitasespirituales

29 ago 2014

Oraciones y alabanzas para la Visita al Santísimo Sacramento




Oración inicial


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


¡Corazón de mi Jesús Sacramentado! Con mucha pena de no ser como Tú quieres que sea y con muchos deseos de ser como Tú quieres que sea, vengo a tener contigo este ratito de conversación afectuosa junto a Ti, a los pies de tu Sagrario, donde has querido quedarte por mí, para Tu mayor gloria, honor de mi Madre Inmaculada y provecho de mi alma. San José, enséñame a escuchar y a hablar a Jesús.

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.

Sea por siempre bendito y alabado.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

(Se repite cinco veces en honor a las cinco llagas de Nuestro Señor)



Alabanzas al Santísimo Sacramento en reparación de las blasfemias

Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios, en sus Ángeles y en sus Santos.


Imagen


Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte dentro de mi alma. Mas, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón y como si ya hubiéseis venido, te abrazo y me uno a Ti. No permitas Jesús mío que jamás me aparte de Ti. Así sea. 

Oración de Santo Tomás de Aquino

Te adoro con fervor, deidad oculta, que estás bajo de estas formas escondidas; a ti mi corazón se rinde entero, y desfallece todo si te mira. Se engaña en ti la vista, el tacto, el gusto. Mas tu palabra engendra fe rendida; cuanto el Hijo de Dios ha dicho, creo; pues no hay verdad cual la verdad divina. En la Cruz la deidad estaba oculta. aquí la humanidad yace escondida; y ambas cosas creyendo y confesando, imploro yo lo que imploraba el ladrón arrepentido. No veo, como vio Tomás, tus llagas, mas por su Dios te aclama el alma mía: haz que siempre, Señor, en ti yo crea, que espere en ti, que te ame sin medida. Oh memorial de la pasión de Cristo, oh pan vivo que al hombre das la vida: concede que de ti viva mi alma, y guste de tus célicas delicias. Jesús mío, pelícano piadoso, con tu sangre mi pecho impuro limpia, que de tal sangre una gotita puede todo el mundo salvar de su malicia. Jesús, a quien ahora miro oculto, cumple, Señor, lo que mi pecho ansía: que a cara descubierta contemplándote, por siempre goce de tu clara vista. Amén.




Oración a Jesús solitario en el Santísimo Sacramento

Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tantos tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor, estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores. ¡Oh Jesús amantísimo! ¡Oh Jesús solitario! haced mi corazón cual lámpara encendida; en caridad se inflame y arda siempre en vuestro amor. Vela ¡oh centinela Divino! vela por el mísero mundo, por los sacerdotes, por las almas consagradas, las extraviadas, por los pobres enfermos cuyas noches interminables necesitan tu fortaleza y tu consuelo, por los moribundos y por ésta tu humilde sierva que, para mejor servirte, descansa pero sin alejarse de Ti, de tu Sagrario… donde vives en la soledad y el silencio de la noche. Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el Corazón Sagrado de Jesús en todos los Sagrarios del mundo. Amén. 




Oración final

Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.

Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.

Dadme vuestra bendición y concededme todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.

Bendice, Señor, a nuestro Santísimo Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y líbrale de todos sus enemigos.

Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.

Bendice a vuestros sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.

Bendice y protege a nuestra nación.

Bendice a todos nuestros bienhechores y concédeles la bienaventuranza eterna.

Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.

Bendice a todos nuestros familiares y haced que vivan todos en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos en la Gloria.

Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.

Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los pecadores. Danos a todos vuestro divino amor, para que la fe que nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro se convierta un día en luz esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos. Amén.

Fuente: http://webcatolicodejavier.org/adoracioneucaristicaonline.html

27 ago 2014

EL PAPA FRANCISCO NOS HABLA SOBRE LA ENVIDIA Y HABLADURÍAS DENTRO DE LA IGLESIA


Envidia y habladurías no son cristianas y atentan contra la unidad de la Iglesia, dice el Papa


En su catequesis de hoy, el Papa Francisco alentó a los cristianos a no caer en la envidia y la habladurías dentro de la Iglesia, pues esto atenta contra la unidad por la que ha rezado Cristo y es “obra del diablo”.

El Santo Padre recordó que al hacer “nuestra profesión de fe recitando el ‘Credo’, afirmamos que la Iglesia es ‘una’ y ‘santa’. Es una, porque tiene su origen en Dios Trinidad, misterio de unidad y de comunión plena. Y la Iglesia es santa, porque está fundada en Jesucristo, animada por su Santo Espíritu, colmada por su amor y por su salvación”.

“Al mismo tiempo, sin embargo, es santa pero compuesta por pecadores, todos nosotros. Pecadores que experimentamos cada día las propias fragilidades y las propias miserias. Así, esta fe que profesamos nos mueve a la conversión, a tener el valor de vivir cotidianamente la unidad y santidad; y si nosotros no estamos unidos, si no somos santos, es porque no somos fieles a Jesús”.

El Santo Padre aseguró que “Él, Jesús, no nos deja solos, no abandona a su Iglesia. Él camina con nosotros, Él nos comprende. Comprende nuestras debilidades, nuestros pecados, ¡nos perdona! Siempre que nosotros nos dejemos perdonar, ¿no? Pero Él está siempre con nosotros ayudándonos a ser menos pecadores, más santos, más unidos”.

“El primer consuelo nos llega del hecho que Jesús rezó tanto por la unidad de sus discípulos. Es la oración de la última cena, Jesús pidió tanto: ‘Padre que sean uno’. Rezó por la unidad. Y justo en la inminencia de la Pasión, cuando estaba a punto de ofrecer toda su vida por nosotros. Es aquello que estamos invitados a leer y meditar continuamente, en una las páginas más intensas y conmovedoras del Evangelio de Juan, el capítulo diecisiete”.

“¡Qué bello es saber que el Señor, apenas antes de morir, no se preocupó por sí mismo, sino que pensó en nosotros! Y en su diálogo intenso con el Padre, oró justamente para que podamos ser una cosa sola con Él y entre nosotros”.

Francisco señaló que “la Iglesia ha buscado desde el principio realizar este propósito, que es tan querido por Jesús”.

“La experiencia, sin embargo, nos dice que son tantos los pecados contra la unidad. Y no pensamos solamente en los cismas, pensamos en faltas muy comunes en nuestras comunidades, en pecados ‘parroquiales’, en los pecados en las parroquias”.

“A veces, de hecho, nuestras parroquias, llamadas a ser lugares de comunión y donde compartir, son tristemente marcadas por la envidia, los celos, las antipatías”.

“Y las habladurías están a la mano de todos ¿eh?”, continuó el Papa. “¡Cuánto se habla en las parroquias! ¿Es bueno esto o no es bueno? ¿Es bueno?…Y si, uno es elegido ‘presidente’ de tal asociación: se habla contra de él… Y si tal otra es elegida ‘presidenta’ de la catequesis: las demás hablan contra de ella…Pero esto, ¡no es la Iglesia! Esto no se debe hacer, ¡no debemos hacerlo! No les digo que se corten la lengua, no, no, no, tanto no, pero pedir al Señor la gracia de no hacerlo”.

Francisco indicó que “esto es humano, ¡pero no es cristiano! Esto sucede cuando apuntamos a los primeros puestos; cuando nos ponemos en el centro, con nuestras ambiciones personales y nuestras formas de ver las cosas, y juzgamos a los demás; cuando nos fijamos en los defectos de los hermanos, en lugar de ver sus cualidades; cuando damos más importancia a lo que nos divide en lugar de aquello que nos une”.

El Papa recordó que “una vez, en la diócesis que tenía antes, oí un comentario interesante y bello: se hablaba de una anciana que había trabajado toda su vida en la parroquia. Y una persona que la conocía bien dijo: ‘esta mujer jamás ha hablado mal, nunca participó de habladurías, siempre tenía una sonrisa’. ¡Una persona así podría ser canonizada mañana!”.

“En vista de todo esto, tenemos que hacer seriamente un examen de conciencia. En una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves, porque la hace signo no de la obra de Dios, sino de la obra del diablo, el cual es, por definición, aquel que separa, que arruina las relaciones, que insinúa prejuicios”.

El Santo Padre señaló que “Dios, en cambio, quiere que crezcamos en la capacidad de acogernos, de perdonarnos y de bien querernos, para parecernos cada vez más a Él, que es comunión y amor. En esto está la santidad de la Iglesia: en el reconocerse imagen de Dios, colmada de Su misericordia y de Su gracia”.

“Queridos amigos, hagamos resonar en nuestro corazón estas palabras de Jesús: ‘Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios’. Pedimos sinceramente perdón por todas las veces que hemos sido motivo de división o de incomprensión al interno de nuestras comunidades, sabiendo bien que no se llega a la comunión, sino es a través de la continua conversión. ¿Y qué es la conversión?: ‘Señor, dame la gracia de no hablar mal, de no criticar, de no chismorrear, de querer bien a todos’. ¡Es una gracia que el Señor nos da! Esto es convertir el corazón, ¿no? “.

“Y pedimos que el tejido cotidiano de nuestras relaciones pueda convertirse en un reflejo siempre más bello y gozoso de la relación entre Jesús y el Padre. Gracias”, concluyó.

Fuente: VATICANO, 27 Ago. 14 / 09:56 am (ACI/EWTN Noticias)
blogcatolicogotitasespiituales

Estampa Oración a Santa Mónica por la paz en la familia


Fuente: facebook catequesis para niños



Fuente: blogcatolicogotitasespirituales

25 ago 2014

Recursos Catequesis Virgen María Reina del Cielo - María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo: 22 de Agosto




Fuente: elrincondelasmelli

Foto: Viernes 22 de Agosto - 20° del T. Ordinario – Ciclo A

Santísima Virgen María, Reina 

ORACIÓN A LA REINA DEL CIELO
(Imprimatur concedido por el Papa San Pio X el 8 de junio de 1908)

Foto: Viernes 22 de Agosto - 20° del T. Ordinario – Ciclo A

Santísima Virgen María, Reina

REGINA COELI (Reina del cielo)



Foto: Viernes 22 de Agosto - 20° del T. Ordinario – Ciclo A

Santísima Virgen María, Reina

Fuente: taller jugando me acerco a María blogspot

Foto: Viernes 22 de Agosto - 20° del T. Ordinario – Ciclo A

Santísima Virgen María, Reina

Fuente: Facebook catequesis para niños


El 22 de agosto celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.

Un poco de historia


La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.


María ha sido elevada sobre la gloria de todos los santos y coronada de estrellas por su divino Hijo. Está sentada junto a Él y es Reina y Señora del universo.


María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.


María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un trono junto a su Hijo. Tiene, entre todos los santos, el mayor poder de intercesión ante su Hijo por ser la que más cerca está de Él.


La Iglesia la proclama Señora y Reina de los ángeles y de los santos, de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los mártires, de los confesores y de las vírgenes. Es Reina del Cielo y de la Tierra, gloriosa y digna Reina del Universo, a quien podemos invocar día y noche, no sólo con el dulce nombre de Madre, sino también con el de Reina, como la saludan en el cielo con alegría y amor los ángeles y todos los santos.


La realeza de María no es un dogma de fe, pero es una verdad del cristianismo. Esta fiesta se celebra, no para introducir novedad alguna, sino para que brille a los ojos del mundo una verdad capaz de traer remedio a sus males. 

 Autor: Tere Fernandez del Castillo | Fuente: Catholic.net


¿Por qué la Virgen María es «Reina»? 

S. S. Benedicto XVI lo ha explicado con las siguientes palabras:

 «María es Reina porque está asociada de forma única a su Hijo, tanto en el camino terrenal, como en la gloria del Cielo», dijo el Papa, antes de recordar, siguiendo a San Efrén de Siria, que su condición de reina deriva de su maternidad: «Es la Madre del Señor, Rey de reyes». 

Benedicto XVI explicó después «qué quiere decir María Reina». Como en el caso de su Hijo, ese título no es del tipo que implica «poder o riqueza»: «La realeza y el ser rey de Cristo está tejido de humildad, de servicio, de amor, es sobre todo para servir, ayudar, amar». Jesús fue designado rey en la inscripción de la cruz para mostrarse así «sufriendo con nosotros, por nosotros, amando hasta el extremo, y así gobierna y crea verdad, amor, justicia».

Como en el lavatorio de pies de la Última Cena, explica Benedicto XVI: «Es un rey que sirve a sus servidores. Y lo mismo vale para María: es reina en el servicio a Dios y a la humanidad, y reina del amor, que vive el don de sí misma a Dios para entrar en el designio de salvación del hombre». «Sierva» se llama a sí misma, recuerda el Papa, al responder al ángel en la Anunciación y ante Santa Isabel en el Magnificat.

«Es reina amándonos, ayudándonos en nuestras necesidades. Es nuestra sierva humilde... ¿Cómo ejerce María su realeza de servicio y de amor? Velando por nosotros, sus hijos, hijos que se dirigen a ella en la oración para darle gracias o para pedir su protección maternal y su ayuda celestial, tras haber equivocado el camino, oprimidos por el dolor o la angustia los tristes y castigados por las vicisitudes de la vida», continuó el Papa: «En la serenidad o en la oscuridad de la existencia, nos dirigimos a María confiándonos a su continua intercesión, para que nos obtenga del Hijo todas las gracias y misericordias necesarias para nuestro peregrinar por los caminos del mundo».

Finalmente, Benedicto XVI recordó que en las letanías que siguen al rosario se la invoca ocho veces como reina: de los ángeles, de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los mártires, de los confesores, de las vírgenes, de todos los santos: «El ritmo de estas antiguas invocaciones, y oraciones cotidianas como la Salve Regina, nos ayudan a comprender que la Virgen Santa, como Madre nuestra junto a su hijo Jesús en la gloria del cielo, está siempre con nosotros, en el discurrir cotidiano de nuestra vida... Sabemos que aquella en cuyas manos descansa en parte la suerte del mundo, es buena, nos ama y nos ayuda en nuestras dificultades».
 http://infocatolica.com

15 ago 2014

Novena a Santa Rosa de Lima

Imagen en procesion solemne (Monasterio Santa Catalina de Siena)


Oración inicial

Santa Rosa de Lima, amada santa de mi alma, tú me has inspirado una confianza segurísima en que por tu poderosa intercesión me veré librado de los males que me afligen y salvado del abismo insondable de mis miserias. Conozco cuán indigno soy de presentarme ante ti, purísima criatura, yo que soy el más miserable y pecador de los hombres, pero es justamente la constante bondad y misericordia que tuviste para con los más necesitados la que me mueve a refugiarme en ti y en tu poderosa intercesión. Sé que no seré defraudado, sea yo siempre tu devoto predilecto. Amén.


Día 1. Padre Nuestro que estás en el cielo

En todo momento, Rosa confiaba en que Dios la sostenía a ella y su familia y que atendería sus ruegos.Repetidas ocasiones Dios le hizo ver su cuidado amoroso, en lo espiritual y lo material.- Un día el Señor le presentó un gran número de rosas esparcidas por el suelo y le dijo:"Rosa, hazme una guirnalda de flores con estas rosas…"- Ella obedeció y luego de ello Cristo cogió una de ellas y le dijo:“Esta rosa eres tú, y de esta me encargo Yo para cuidar de ella con singular cuidado”
Pidamos a Rosa crecer en la confianza en la Providencia del Padre.



Día 2. Santificado sea tu Nombre

Rosa prefería morir antes que ver el santo Nombre de Dios ultrajado.Cuando llegaron noticias de la invasión de un pirata holandés a la ciudad de Lima (lo cual traería consigo grandes disturbios, robos y sacrilegios en los Templos) Rosa no dudó en correr hacia la Basílica de santo Domingo, su lugar de oración y aguardar la oportunidad de defender y ofrecer su vida en martirio antes que profanasen a Jesús Sacramentado. La gente quedó admirada al ver como esta humilde doncella se transformaba en valiente guerrera y arengaba a todos a ofrecer su vida en defensa del Santísimo Sacramento. Estas fueron sus palabras en la Basílica, al esperar el ataque de los enemigos de la fe.“Aquí pondré mi cuerpo para que lo hagan pedazos y se detengan en hacer las injurias que temo ¡ay de mí! , han de hacer después a mi dulce Jesús”.Sin embargo no dejó de rogar para que Dios librase de este peligro a su amada ciudad, como ocurrió efectivamente. Por eso sus imágenes también la presentan con un ancla en la mano.
Pidamos a Rosa, que aumente en nuestra vida el deseo de la gloria de Dios.


Día 3. Venga a nosotros tu Reino

Rosa anhelaba profundamente salir como misionera a anunciar a su Esposo en las tierras de misión. Pero en su época esto aún no se daba. Rogaba por ello, hacía constante penitencia y suplicaba al Señor por el éxito de los predicadores en el mundo entero.“Oh, quien fuese varón - decía- para poder ir a las regiones más peligrosas a anunciar el Evangelio”
Pidamos a Rosa que nos haga incesantes en la súplica por extensión del Reino de Dios en el mundo, por todos los evangelizadores y por nosotros, para que no tengamos miedo de anunciar a Cristo entre los que nos rodean.


Día 4. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo

No fue fácil para nuestra Santa hacer la voluntad de Dios. Ella sentía que Dios la llamaba toda para sí pero su familia buscaba casarla. De hecho, muchos mozos de la aristocracia limeña deseaban tenerla por esposa, pero ella se mantuvo firme en su deseo de ser toda para Dios. Esto le supuso vencer una y mil dificultades, persecuciones y malos tratos dentro de su familia, incomprensiones incluso de los sacerdotes con los que se dirigía, incluso gente extraña que la tildaba de ilusa. Sólo con el paso de los años y la gente se dio cuenta de la singular elección que el altísimo había hecho para con esta doncella y con ello la fama de su santidad se extendió rápidamente en Lima y luego en todo el mundo.
Pidamos a Rosa la humildad para reconocer que nuestra felicidad consiste en poner nuestras miras en hacer la voluntad divina.


Día 5. Danos hoy nuestro pan de cada día

Ya hemos observado el gran amor de nuestra Santa por el Santísimo Sacramento y cómo Jesús correspondía a esta delicadeza socorriéndola en lo material y espiritual en todo momento.Le fue permitida la Comunión frecuente, la cual para ella era consuelo y sustento.En una ocasión en que se encontraba con una gran debilidad física debida a su prolongado ayuno Dios le procuró alivio a su necesidad.Su madre, al encontrarla muy cansada le dijo:- Hija ¿qué tienes?- Nada madre, contestó Rosa- Voy a prepararte una taza de chocolate pues estás muy débil.- No se preocupe madre, Dios ya dispuso el alivio y no deseo que haga ese gasto, contestó la santa- Por Dios hija mía, no has tenido tiempo de pedir ayuda a nadie ¿cómo quieres que te ayude Dios?Al instante suena la puerta de su casa, era un criado de la don Gonzalo de La Maza, cuya familia era amiga de la de Rosa …Maravillada, la madre le pregunta:- ¿Cómo supiste de esto?'Respondió Rosa: yo le pedí a mi ángel guardián que mueva a la familia de la Maza para que envíen el remedio y le alivien el gasto que deseaba hacer... Demás está decir que quedó enteramente restablecida…
Pidamos a Rosa que aumente nuestra hambre de Dios por la lectura asidua del Evangelio y la recepción continua del Santísimo Sacramento.


Día 6. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

Rosa no guardó rencor por ninguno de los que, en su momento, no comprendieron el camino que Dios le señalaba. Llevada siempre por la humildad incluso en el momento de su muerte pidió perdón a todos por las molestias que hubiese causado…La gracia abundante que recibía en el sacramento de la penitencia y la Eucaristía era lo que le fortalecía y llevó al heroísmo en la práctica de las virtudes.
Pidamos a Rosa crecer en la vida de piedad y en ser asiduos al sacramento de la Confesión y la Santa Misa.



Día 7. No nos dejes caer en la tentación

Rosa no estuvo exceptuada de tentaciones y pruebas, de las cuales salía victoriosa por su abandono en Dios. Experimentó sequedades en la oración, fatigas en su combate espiritual, entre otras cosas. Una vez se le presentó un mozo que se mostraba muy galante con Rosa. Inmediatamente ella huyó del lugar y puesta en oración expuso al Señor sus quejas , a lo que el Señor respondió: “¿Crees que hubieses vencido de no haber estado yo contigo?...” Con esta respuesta quedó la santa consolada y fortalecida.
Pidamos a Rosa permanecer firmes en Dios particularmente en los momentos difíciles.


Día 8. Y líbranos del mal

Rosa mereció la corona de la santidad porque luchó legítimamente en cada instante de su vida contra el mal. Pidió siempre la gracia de Dios que se dispensa en nuestra Iglesia, fue fiel en la oración y muy mortificada, pensando siempre en los demás antes que en si misma. Si hoy acudimos a su intercesión es porque sabemos que nos ayudará a nosotros en nuestro personal combate por llegar al Cielo.
Pidamos a Rosa su especial protección en las tentaciones y que nos ilumine para que sepamos rechazar todo aquello que nos aparte de Dios.


Día 9. Amén

Rosa llevó una vida feliz, abrasada a su esposo crucificado. En el último instante de su vida pudo decir "Todo está consumado". Siempre dijo "Amén, así sea" a los planes de Dios.… Y diciendo “Jesús, Jesús sea conmigo", entregó su alma a Dios y entró en la gloria de la bienaventuranza eterna desde donde intercede por nosotros.
Pidamos a Rosa que Dios nos conceda la gracia de abrazar la cruz de las dificultades de cada día con alegría.


Oración final

Gloriosísima patrona y abogada nuestra, Rosa de Santa María, Purísima flor de santidad e inocencia, esposa amantísima de Jesús. Por aquel incendio de divino amor que abrasó tu corazón para con tu soberano Esposo, y por el celo ardentísimo por la salvación de las almas, por el amor a tu pueblo y a tu patria. Te pido humildemente nos concedas abundantes bendiciones, y de manera especial la gracia que te pido... (pídase), si es a mayor gloria tuya y bien de nuestras almas. Amén

Fuente: http://www.arzobispadodelima.org/

13 ago 2014

23 de agosto: Oraciones e imágenes de Santa Rosa de Lima



ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA
Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú",
encendida en el amor a Dios y a la fe,
te apartaste del mundo y
te entregaste a Cristo en medio
de admirables penitencias.

Quisiste ser apóstol
y llevar a todos los hombres hacia Jesús.
 Para ello renunciaste a tu hermosura
y a tus atractivos humanos,
mortificando tu cuerpo...
Alcánzanos el camino de la verdadera vida
para que lleguemos a gozar un día
de los bienes eternos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 


ORACIÓN DEDICADA A SANTA ROSA DE LIMA

Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial,
que con el buen olor de vuestras virtudes
habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios
y merecido en la gloria una corona inmarcesible;
a vuestra protección acudimos
para que nos alcances de vuestro celestial Esposo
un corazón desprendido de las vanidades del mundo
 y lleno de amor divino.
 

¡Oh flor la más hermosa y delicada
que ha producido la tierra americana!,
portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de cerca las huellas del Divino Maestro,
obtened para nosotros las bendiciones del Señor.
Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo cristiano
las tinieblas de los errores
para que brille siempre majestuosa la luz de la Fe
y para que Jesús, vida nuestra,
reine en las inteligencias de todos los hombres
y nos admita algún día
en su eterna y dichosa mansión.
Amén.

Himno de Santa Rosa de Lima


Cuando, Señor, en quieta lotananza
se encienden los fulgores de este día,
no dejes avivar nuestra esperanza,
atiende al corazón que en Ti confía.

Van a pasar por manos laboriosas
los granos de un rosario de ilusiones,
acógelas, Señor, que son hermosas,
amor y don de nuestros corazones.

Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,
vivir para el Señor, para el Amado,
fue el ansia de tu amor, gracia divina,
llevada de su fuerza y de su mano.

No olvides los que vamos de camino
siguiendo en el desierto tus pisadas,
aboga ante el Señor favor divino,
seguir como seguiste sus llamadas.

Proclamen nuestros labios la grandeza
del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
y, siendo nuestra herencia la pobreza,
nos colma de su amor el Fuego Santo. 
 
Amén

9 ago 2014

Oración Asunción de María

Asunción
PREPARA, MARÍA
Un camino por el que pueda llegar al cielo.

Un lugar donde, yo, pueda descansar en el cielo.

Un rincón, desde el que yo pueda contemplar a Dios.

Un oasis, donde pueda vivir en paz.

Un asiento, donde pueda escuchar la voz del Señor.

PREPARA, MARÍA

Una goma, para que Dios borre mis pecados.

Un traje de fiesta, para que me pueda presentar ante Dios.

Un corazón grande, para que Dios pueda habitar en él.

Un calzado nuevo, para que no ensucie las calles del cielo.

PREPARA, MARÍA

Con tu asunción, la hora en la que yo sea llamado.

Con tu asunción, el momento en el que yo sea partícipe de la gloria de Dios.

Con tu asunción, una escalera por la que acceda al Paraíso.

Con tu asunción, un anuncio de lo que estamos llamados a vivir.

PREPARA, MARÍA

Con tus manos, mi alma dispuesta para Dios.

Con tus ojos, miradas limpias para ver a Dios.

Con tus pies, caminos por los que encuentre al Señor.

Con tu humildad, actitudes de acogida y de perdón.

PREPARA, MARÍA

Con tu Asunción, el día en el que, pueda presentarme ante Dios,

sin más tesoro que la fe,

sin más inversiones que la caridad,

sin más pretensiones, que la esperanza.

Tu Asunción, María, es un destello de luz,

que nos enseña el futuro que nos espera.

Gracias, María.

Padre Javier Léoz